Desde el año 2019 el IPARM cuenta con este convenio que está basado en la cooperación y generación de 17 objetivos de sostenibilidad y para esta oportunidad, trabajaron en distintos espacios donde los estudiantes de ambos planteles educativos pusieron en práctica los objetivos 4 y 7 que corresponden a fomentar una educación de calidad y la importancia de las energías asequibles. También ligado a este convenio está el proyecto de integración ATLAS a nivel interescolar cuyo objetivo es destacar las características más propias del entorno cercano a las escuelas invitando a educadores, alumnos y comunidades a compartir este conocimiento. Del proyecto ATLAS cabe destacar la participación de este año de los profesores del IPARM Patricia Triana, Natalia Sánchez, Lilian Farias y Luis Alberto Penagos quienes con su trabajo han venido aportando en varios ámbitos dentro de este convenio.

 Dentro de las actividades planteadas para esta ocasión estuvieron algunas salidas de campo que permitieron a los visitantes suecos conocer más de la cultura colombiana y bogotana. Del mismo modo, los estudiantes del IPARM pudieron ser las guías de los alumnos suecos en diversos momentos y lugares. El profesor del Instituto Arturo Ramírez Montúfar, Carlos Roberto Cruz indicó: “Durante la jornada estuvimos visitando distintos espacios que nos permitieron afianzar el reconocimiento del hacer como parte fundamental del proceso educativo. Estuvimos haciendo actividades de siembra y del cuidado de la huerta dentro del colegio, aprendiendo a cuidar los espacios vitales con el objetivo no sólo de que se vea bonito; sino también generar conciencia en el estudiante y que éste se sienta que hace parte de un espacio que hay que cuidar.  También, tuvimos la oportunidad de estar en el Museo de Bogotá, donde disfrutamos la exposición “Al museo le falta calle” que está relacionada con la temática del Grafiti en la capital. Para nuestros visitantes y colegas suecos fue una experiencia maravillosa porque nos indicaban que eso no sucede en Estocolmo y que apenas se da un grafiti allí lo borran inmediatamente. También, estuvimos en el Observatorio de la UNAL, en la Oficina de Gestión Ambiental (OGA) allí conocieron cómo se manejan las energías dentro de la Universidad. Así mismo, caminamos por el barrio la Candelaria donde a parte de observar la arquitectura e historia de Bogotá, también pudimos disfrutar junto con nuestros amigos suecos de la experiencia de montar en el Sistema de Transporte Masivo Transmilenio, algo que les encantó y divirtió mucho”.

Adicionalmente, con el objetivo de fomentar en cada estudiante la importancia de intercambiar y conocer de otras culturas, y así mismo compartir de lo cotidiano con el otro, la experiencia que los estudiantes del IPARM fuesen los anfitriones y que las familias colombianas de dichos estudiantes fuesen los que hospedaran durante esos días a los estudiantes suecos fue un gran aprendizaje de intercambio internacional que afianza los objetivos planteados y el impacto social en los alumnos.

“En esta oportunidad vinieron 5 profesores, el rector y 4 estudiantes. Los profesores se están quedando en un hotel, dijeron que ellos lo querían manejar así, y los chicos tienen una dinámica súper porque los estudiantes suecos han sido hospedados por familias colombianas. Y eso implica una oportunidad para nuestros estudiantes para que tengan contacto con otras culturas y que practiquen el idioma”, agregó el profesor Carlos Cruz.

Además, a la hora de hacer un balance de esta visita, el profesor Carlos Roberto expresó que lo que más les gustó es la importancia de conocer a otras personas, la calidad humana y el contacto con el otro es fundamental ya que es una gran herramienta de aprendizaje e intercambio de ideas y culturas.

Por su parte, la profesora de inglés de la escuela Bergsákers, Verónica Kristofersdotter Ekeke indicó: “El tiempo que hemos estado acá me ha fascinado. Hemos aprendido muchas cosas. Nosotros los suecos sentimos inspiración de la cultura colombiana, hacen y tienen cosas maravillosas.  Estos intercambios son muy buenos porque los alumnos pueden conocer de otras culturas y aspectos como el racismo por ejemplo se van erradicando y hasta cambiando. Durante la visita lo que más destaco y valoro mucho son las relaciones de respeto y apoyo entre profesores y alumnos. Para mí eso es fundamental. Si nosotros como profesores conocemos, respetamos y entendemos a nuestros estudiantes les podemos ayudar a generar soluciones frente a las situaciones que se pueden presentar y que no caigan en la soledad, tristeza o depresión. Al contrario, nosotros los profesores somos una pieza clave de la educación y el éxito de la misma”. Así mismo, destacó la alegría de la gente colombiana como una herramienta muy importante para el ser.

Actualmente, el convenio que tiene el colegio IPARM con la escuela Bergsákers inició desde el 2019 y está activo hasta el próximo mes de noviembre del año 2025. El propósito de las dos instituciones es irlo ampliando progresivamente porque han tenido muy buenos resultados. Los próximos encuentros entre las dos instituciones se tienen contempladas para febrero, junio y octubre del próximo 2025.

Los avances que con este convenio ha logrado el colegio IPARM, es que cada día se afianzan y se fortalecen contactos y futuras alianzas con otras instituciones educativas del mundo. “Por ejemplo en el tiempo hemos venido haciendo contactos con colegios en Inglaterra, Roma, Austria y Francia.  En el futuro la idea es lograr contactos con colegios en España e Italia”, agregó el profesor Carlos Cruz. También, los docentes del IPARM han venido formándose y ampliando su conocimiento en idiomas y hoy en día en el plantel educativo se dictan clases de francés, italiano y alemán a los estudiantes que deseen.

Testimonios de estudiantes:

Ángela Sofía Castañeda- Estudiante IPARM grado décimo: “La visita me ha parecido maravillosa, nuestros amigos y profesores suecos tienen una mirada más abierta de Bogotá. Durante su estadía con su curiosidad de conocer acerca de nuestra cultura nos permitieron identificar que nosotros debemos conocer y disfrutar más de lo que tenemos en nuestra ciudad y en nuestro país. Me inyectaron ese interés por mi propio país en otra perspectiva, por ejemplo, valorar el arte callejero”.

Stella Jutman- Estudiante sueca: “Mi experiencia en Colombia ha sido maravillosa, divertida y muy interesante. Cada actividad me ha dejado grandes aprendizajes, todos los días aprendí algo nuevo. La gente es muy cálida y amable, son increíbles, su forma de ser llena de energía”.