El pasado 10 de septiembre, la Universidad Nacional de Colombia conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Suicidio con una serie de actividades orientadas a sensibilizar sobre la importancia de la salud mental y el cuidado colectivo a través de la abrazoterapia.
Las actividades fueron planeadas de manera articulada entre todas las áreas de Bienestar Universitario: Salud, Acompañamiento Académico Integral (AAI), Cultura, Deportes y Actividad Física, así como Bienestar Docente y Administrativo. Este trabajo conjunto no solo permitió optimizar recursos y unificar esfuerzos, sino también visibilizar de manera integral las rutas y procesos disponibles para acompañar a quienes lo necesiten en la comunidad universitaria.
Conmemorar esta fecha en el campus tiene un valor simbólico y práctico: abre espacios de reflexión sobre la importancia del autocuidado, la prevención y la solidaridad en la vida universitaria. Como señalaron los equipos de Bienestar, estas jornadas son una oportunidad para fomentar lazos de empatía y construir una cultura de cuidado colectivo que trascienda lo académico y fortalezca la vida en comunidad.
La programación incluyó dos momentos centrales: i) En el primero, se utilizó la metáfora del búho, símbolo del campus, como guía de reflexión. Así como el búho mira en 360°, escucha atentamente y vuela en silencio, la comunidad fue invitada a pensar en la importancia de estar atentos, escuchar y acompañar con respeto y empatía a quienes atraviesan situaciones difíciles. ii) El segundo momento estuvo marcado por la abrazoterapia, una experiencia en la que estudiantes, docentes y trabajadores fueron invitados a dar y recibir abrazos como un gesto de conexión, confianza y apoyo mutuo. Más allá de lo simbólico, este ejercicio se relaciona directamente con la salud mental, pues promueve la liberación de oxitocina, reduce el estrés y genera sensaciones de calma y bienestar.
Adicionalmente, las actividades combinaron metodologías itinerantes y estáticas. La primera permitió llegar a más personas en sus espacios cotidianos, generando cercanía y participación espontánea; la segunda ofreció mayor permanencia y profundidad en la interacción, permitiendo a quienes buscaban orientación acceder a información más detallada sobre las rutas y servicios de apoyo disponibles.
Recibir y dar apoyo
La abrazoterapia fue especialmente bien recibida por la comunidad universitaria. Las y los participantes expresaron gratitud y resaltaron lo significativo que resultó este gesto en medio de sus rutinas académicas y laborales. En palabras de los equipos de Bienestar, acciones tan simples como un abrazo pueden marcar la diferencia, recordando que nadie está solo y que la prevención del suicidio es también una construcción colectiva.
Con estas actividades, la Universidad Nacional reafirma su compromiso con la salud mental y con el fortalecimiento de entornos protectores, recordando que cuidar la vida implica también acompañar, escuchar y tender la mano a quienes lo necesitan.