Son ya 16 años donde estudiantes, profesores y administrativos de la sede, cuentan con el servicio de Bicirrun, un proyecto de inversión  que nació de la Dirección de Bienestar Universitario en el 2006 y en la actualidad, hace parte de la División de Logística- Sección Transportes. Éste programa ha tenido diversas transformaciones en el tiempo. Por ejemplo, entre el 2015 y 2016 el servicio tuvo un préstamo apoyado por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) entre otros.

Fabiola Diago de la Cruz, Auxiliar Administrativo y Coordinadora de Bicirrun  explicó: “ Éste es un servicio completo, es un programa de la División de Logística sección Transportes, la cual  busca facilitar el desplazamiento de la gente dentro de la ciudad universitaria, al tiempo que promocionar la actividad física, generando una cultura de respeto y apropiación de lo público. Dos estudiantes de Diseño Industrial diseñaron dos modelos de bicicletas conocidas como Asimetrik y Extensor”.

Actualmente, el Programa cuenta con 117 bicicletas y dos triciclos al servicio de la comunidad universitaria. Los horarios en que las personas pueden acceder al préstamo de las ciclas es de lunes a jueves de 6:45 a.m. a 3:45 p.m. y los días viernes de 6:45 am a 12:15 de medio día. Todos los miembros de la comunidad UNAL, pueden acceder a este servicio y deben estar activos ante la Oficina de Registro e inscritos en el Programa de Bicirrun. Para ello, las personas interesadas deben realizar la inscripción por medio del correo bicirrun_bog@unal.edu.co y acatar los tips de recomendaciones que les indican a la hora de registrarse.

Las zonas permitidas para usar las bicicletas Bicirrun es en campus universitario dentro de la ciclo ruta de una portería a la otra. Adicionalmente, se presta servicio a los estudiantes que deben dirigirse a las residencias universitarias CRU, siempre y cuando estén  autorizados y que cuenten con el beneficio de alojamiento.

El servicio después de la pandemia

El autocuidado es una de las enseñanzas que ha dejado la pandemia por COVID19 y las personas día tras día lo ponen en práctica. Por ejemplo la comodidad para desplazarse de un punto a otro por medio de la cicla y la bioseguridad que se puede llegar a tener al usar un medio de transporte para una persona individual,  aporta al cuidado y bienestar permanente. “Al retorno presencial al campus universitario luego de pasar momentos difíciles por la pandemia, hemos percibido que la mayoría de préstamos para el uso de las ciclas lo hacen los estudiantes. Además son más números que se registran de préstamos de este medio de transporte que antes de la pandemia. Actualmente estamos registrando 1000 préstamos diarios”, expresó la profesional Fabiola.

Adicionalmente, en tiempos post pandemia, el  Programa Bicirrun retiró alrededor de 75 bicicletas y dos triciclos por desgaste y daños irreparables. También, renovó e hizo reposición de 40 bicicletas. Así mismo, el programa cambió el color de las mismas y en la actualidad, las ciclas son de color agua marina y las que salen a residencias estudiantiles se identifican por tener una placa de color rojo. De igual forma, se adecuaron las estaciones de trabajo, se pusieron carpas nuevas, pisos, escritorios, sillas, computadores y actualización del Sistema aplicativo para el préstamo de las bicicletas.

El Programa Bicirrun invita a la comunidad universitaria al buen uso de las bicicletas, ya que es un servicio de la comunidad UNAL y para los miembros de la misma. “Nos debemos sentir privilegiados ya que ninguna otra universidad a nivel Latinoamérica cuenta con algo así. Tampoco ninguna otra sede de la UNAL cuenta con este servicio, y por eso hay que cuidarlo y saberlo aprovechar. Además hay que tener en cuenta que usar bicicleta ayuda a la protección del medio ambiente y a realizar actividad física que es tan importante para el bienestar”.