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Alimentar el campus, alimentar el futuro: el reto de Bienestar

30 de septiembre de 2025

Durante el mes de septiembre la Universidad Nacional de Colombia inauguró oficialmente el restaurante universitario Chucho León, un proyecto que marca un hito en la historia del bienestar estudiantil y que combina el fortalecimiento de la cobertura alimentaria con la recuperación de un espacio simbólico para la comunidad universitaria.

Durante el evento se oyeron las voces de: el profesor Leopoldo Munera Ruiz, Rector de la Universidad Nacional de Colombia; la profesora Carolina Jiménez Martín,vicerrectora de la sede Bogotá; el doctor Victor Saavedra, Director General de Atenea; Jean Steven Caicedo, representante estudiantil del Consejo de la sede Bogotá; el profesor Carlos Torres, director de Ordenamiento y Desarrollo físico y la profesora Nancy Molina, directora de Bienestar sede Bogotá. También participaron como invitados especiales los egresados Carlos Francisco Fernández y Rodrigo Torrejano Jiménez; y Jaime León Patiño, hermano de "Chucho" León.

De acuerdo con la directora de Bienestar Universitario, la profesora Nancy Molina, este logro tiene un doble significado. El primero es inmediato: mejorar la infraestructura para responder mejor a las necesidades de apoyo alimentario pues, indica, hoy la Universidad tiene un déficit de cerca de 14.000 estudiantes que requieren este apoyo y solo se cubre a 4.000. Con este restaurante se da un paso importante para cerrar esa brecha. Pero más allá de las cifras, hay un valor intangible que la profesora subraya:

 

“La segunda dimensión es simbólica. Recuperamos un espacio que en los años 80 y 90 fue lugar de encuentro, de organización y de construcción de proyectos colectivos. Volver a abrirlo es un compromiso de esta administración con una visión distinta del bienestar”.


La reapertura del restaurante no habría sido posible sin la articulación entre distintas áreas de la universidad. Molina destaca la sinergia con Ordenamiento, liderada por el profesor Carlos Torres, quien aportó no solo recursos sino también un concepto renovado del uso de los espacios: recuperar materiales, crear áreas multiusos y priorizar lo colectivo.

Además, participaron activamente las áreas de Deportes y Actividad Física, que se reubicaron en un nuevo edificio con mejores condiciones; Contratación y Finanzas, que agilizaron procesos en tiempo récord; y los equipos de logística y mantenimiento, que acompañaron todo el proceso. La iniciativa recibió el aval de la Vicerrectoría, lo que permitió consolidar las fases de desarrollo.

En este proyecto la Dirección de Bienestar ha cumplido una función estratégica, en la palabras de su directora:

 

“Nuestro primer rol ha sido posicionar que el bienestar es un tema de todos, no marginal ni paralelo a los logros académicos, sino sustantivo. Cada peso que se invierte en bienestar es también un peso que se invierte en la excelencia académica y en la permanencia estudiantil”.


En ese sentido, la Dirección no solo promovió la articulación entre áreas, sino que también gestionó recursos con Atenea, logrando que el bienestar represente hoy el 50 % de los ingresos futuros de la universidad en este marco.

La apertura corresponde a la primera fase, con capacidad de 2.000 almuerzos diarios. En los próximos meses, con la llegada de nuevos equipos, la cobertura aumentará a 3.500. La segunda fase, prevista para febrero de 2026, contempla la construcción de una nueva cocina con capacidad para producir hasta 7.000 almuerzos diarios. Las fases siguientes estarán orientadas a mejorar los espacios de comedor: instalación de más mesas y sillas en el primer piso, adecuación de la zona posterior y reorganización de los módulos de “la perola” para consolidar un gran centro de encuentro alimentario.

 

¿Por qué Chucho León?
El restaurante lleva el nombre de Jesús “Chucho” León, estudiante de odontología en la década de los 70 que se destacó por su compromiso con el bienestar universitario. León impulsó iniciativas de alojamiento y cooperativas estudiantiles que ofrecían servicios a sus compañeros, al tiempo que exigía mejores condiciones institucionales.

Reivindicar su nombre es reconocer que la historia de la universidad no la hacen solo los edificios, sino las personas que con sus aportes construyen comunidad. Chucho León simboliza ese espíritu de solidaridad y organización estudiantil.

“Todo esto tomó 41 años para que una administración escuchara al estudiantado y lo trajera a la realidad. Es un paso muy grande el que hemos dado hoy y creo que vamos por muy buen camino, gracias.” Con estas palabras, Jaime León Petiño, hermano de “Chucho” León, cerró su intervención ante las miradas atentas de los/as asistentes.

Con esta reapertura, la Universidad Nacional no solo amplía la cobertura de almuerzos, sino que también envía un mensaje contundente: el bienestar es un compromiso colectivo y un eje fundamental de la vida universitaria. Como lo resume la profesora Nancy Molina:

 

“Este restaurante es mucho más que un lugar para comer. Es un espacio que habla de memoria, de comunidad y de futuro. Alimentar el campus es también alimentar el proyecto académico y humano de nuestra universidad”.

 

 

Redactó: Carolina Crosby Jiménez
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