Desde nuestros inicios el observatorio de derechos humanos Iván David Ortiz se ha caracterizado por ser un grupo de trabajo colectivo que a través de su labor en las bases del movimiento estudiantil y de las comunidades urbanas y populares, aspira a la defensa y promoción de los derechos humanos como una bandera de lucha, investigación y formación. Brevemente es necesario decir que, hasta el año 2008 el observatorio funcionaba como un colectivo de trabajo de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, con el nombre de Jaime Pardo Leal. Con la muerte de uno de sus miembros más reconocidos, el profesor y defensor de derechos humanos Iván David Ortiz, el observatorio adquiere su nombre en homenaje además de continuar como un grupo de investigación, acompañamiento y formación de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales.
Fundamentalmente el observatorio divide sus objetivos de acción en 3 grandes actividades y labores:
A) La investigación: A partir de escritos, informes y publicaciones busca dar cuenta de la gravedad y sistematicidad de las violaciones de derechos humanos cometidos dentro y fuera de las coyunturas políticas protagonizadas por los estudiantes.
B) La formación: Al realizarse a niveles tanto internos como externos, promueve una visión política, crítica y emancipatoria de la defensa y promoción de los derechos humanos en el contexto estudiantil colombiano.
C) El acompañamiento: Realizado por los miembros activos del observatorio en las múltiples formas de protesta que el estudiantado realiza, este punto es de vital importancia ya que busca garantizar una promoción y defensa de derechos humanos en escenarios donde su violación es altamente propensa: movilizaciones, plantones, acciones de protesta, entre otras.
Cabe resaltar que esta apuesta por los derechos humanos es un compromiso de carácter político, que despliega su accionar desde un ámbito crítico de la legalidad, la operatividad y la legitimidad de los derechos humanos en el contexto colombiano. Es así como dicha postura crítica admite la idea de la defensa de derechos humanos como un campo de disputa política, en donde no solamente se realiza una labor de acompañamiento pasivo sino que significa una apuesta contra la impunidad, la brutalidad y el abuso histórico cometido por parte de las instituciones y actores que cometen violaciones de derechos humanos contra la población colombiana específicamente contra los miembros del movimiento estudiantil.
Así mismo, y gracias a un fortalecimiento interno, el observatorio Iván David Ortíz ha podido realizar diversas actividades no solo en el marco del acompañamiento focalizado al movimiento estudiantil, también ha participado de la construcción de iniciativas populares como las brigadas jurídicas en barrios de la Media Luna al sur de Bogotá, con poblaciones indígenas y víctimas del conflicto armado, asumiendo una postura de transformación no solo en las aulas sino en la cotidianidad misma de la gente del común
Promoción de DDHH y mujeres
Teniendo en cuenta que la promoción y defensa de derechos humanos en nuestro país es un campo de constante disputa, el rol de las mujeres como defensoras de derechos humanos se asume desde una postura emancipatoria, crítica y transformadora de la realidad, para este punto las mujeres tenemos un papel fundamental a la hora de cuestionar las violencias naturalizadas, normalizadas y adscritas al orden patriarcal dominante que impide la garantía de la vida digna y el acceso a los derechos a toda la población, pero en específico a quienes han sido vulnerados históricamente desde la invisibilizarían y el exterminio, entre ellos estamos nosotras.
Así pues, una defensa de los derechos humanos que no sea enteramente feminista es insuficiente a la hora de propender una lucha justa por garantías para la vida y el desarrollo digno de todas las expresiones de subjetividad existentes, es necesario entonces reconocer, que los derechos humanos son herramientas para el cuestionamiento y la construcción de nuevos mundos posibles, que no son ajenos a las nuevas luchas: el derecho a la tierra. a la paz, a decidir sobre la sexualidad y la reproducción, sobre la integridad y la protesta, pero sobre todo el derecho a decidir qué son los derechos y como se accede a ellos; son disputas que se construyen y ganan en las calles, allá donde se está peleando por la vida digna y la transformación de la realidad. Ahí estamos las mujeres.
Denis N. Gómez V, integrante del Observatorio