El Mochuelo, Abril 25 de 2012.
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Entre sonrisas se dio un lúdico encuentro en las alturas de El Mochuelo> Ver Galería de fotos
Gestos de curiosidad y entusiasmo se observaron en el rostro de 55 niños que cursan el grado primero en el Colegio Iparm, al emprender un viaje de conocimiento para compartir sus aprendizajes de aula con niños del mismo grado en el Liceo El Mochuelo de Ciudad Bolívar, ya en la zona rural del Distrito Capital.
Luego de atravesar semáforos, calles y carreras, el bus que los conducía fue alejándose para internarse en las alturas de las imponentes montañas que colindan con Bogotá. En medio del verde bosque que evoca la tranquilidad propia del campo y del gris cemento urbano que no permite olvidarse que hasta allí también llega la ciudad, los pequeños aprendices encontraron su destino.
A la llegada, sonrisas picaronas rompieron el hielo y dieron la bienvenida a los impetuosos invitados que no tardaron en saludar a sus antriones de manera tímida, evidenciando su expectativa frente a lo que pasaría a lo largo de la jornada.
Desde muy temprano los pequeños iniciaron lo que sería un ejercicio de conocimiento. Al principio algunos se mostraron renuentes al diálogo, pero con la desprevención característica de su edad, poco a poco fueron entrando en conanza, algunos intercambiando sus nombres, jugando o preguntando por aspectos de su vida. Este fue el caso de Melissa de quien cuenta su maestra, tiene dicultades para socializar con sus compañeros en el colegio de la UN, pero sorpresivamente en esta experiencia logró hacer empatía con Jennifer a la que enseñó como amarrar sus zapatos.
En medio de gritos, carcajadas, juegos y carreras, los grupos se compenetraron y dieron rienda suelta a la aventura, sin libretos ni cronogramas; cada uno compartió desde la comida hasta la palabra, sin prejuicios y con la generosidad propia de la infancia. A la par, la profesora Fanny Nava del Iparm, quien desde hace 10 años lidera este tipo de intercambios y el director del Liceo El Mochuelo, Javier Ruiz, intercambiaron visiones sobre la educación básica primaria.
El nal de la jornada llegó con la satisfacción de otra agradable experiencia de aprendizaje y sensibilización frente a las situaciones que viven otros niños y la posibilidad de hacer nuevos amigos. Todos plasmaron en un dibujo sus aprendizajes o anécdotas sobre la actividad y con la misma calidez de la llegada, locales y visitantes se despidieron con un hasta pronto.