Ciudad Universitaria, Junio 07 de 2012.
E.P. ¿Qué significa el término afrocolombianidad?
J.C. El concepto de afrocolombianidad es muy amplio, algunas personas no están de acuerdo con su uso para referirse a personas de raza negra. Según ellos hablar de afrocolombianos incluye a todos los colombianos, porque se tiene la idea de que toda la población mundial viene de África. Sin embargo, depende de la interpretación que se le dé al término, nosotros lo hemos centralizado en quienes tienen ancestros provenientes del continente africano y que fueron traídos a América como esclavos. Con la palabra afrocolombianos lo que buscamos es unificar a ésta población, aunque algunos ya quieran tener una identificación especial. Por ejemplo, los sanandresanos se denominan a sí mismos como isleños o raizales, pero en realidad todos tenemos algo que nos une y es la ascendencia africana.
E.P. ¿Qué relevancia tiene el día de la afrocolombianidad para ésta población y para el país?
J.C. Institucionalmente esta fecha es de celebración, pero nosotros la asumimos como un día para la reflexión. Es un momento clave para hacer una evaluación retrospectiva y de proyección con el fin de determinar hacia dónde va la comunidad negra y establecer qué se puede hacer a futuro para mejorar su calidad de vida.
Cada año se hace mucho boom a ésta fecha a través de expresiones culturales como la música y la danza, pero en la parte académica se ha avanzado muy poco. Sin embargo, eventos como el conversatorio que prepara la Universidad Nacional es un excelente espacio, porque aunque la cultura es importante hay que demostrar cuáles son los aportes de los afrocolombianos al país en términos académicos.
Se trata de mostrarle a los colombianos y al mundo que no sólo sobresalimos en lo cultural y lo deportivo, sino también tenemos presencia destacada en lo político, económico y en los diferentes ámbitos de la sociedad.
E.P. Se van a cumplir 20 años de la aprobación de la Ley 70 de política para las mancomunidades afrocolombianas, durante este tiempo ¿en qué ha beneficiado ésta ley a la población afrocolombiana?
J.C. Ha sido un instrumento valioso para la comunidad negra. En Colombia si no existe legislación no se puede avanzar en algunos términos. La ley 70 ha sido fundamental en el tema de recuperación de tierras, en política hemos logrado el acceso a dos cámaras especiales y estamos gestionando dos lugares en el Senado de la República.
En lo estudiantil los avances son notables, desde la Asociación Nacional de Estudiantes Afrocolombianos (Asnea) logramos que el Icetex aprobara créditos especiales para estudiantes afrocolombianos con excelente rendimiento académico. Estos créditos se pagan con trabajo comunitario en la misma población de origen del joven, así que los beneficios son dobles, el muchacho que puede estudiar pero a su vez ayuda al desarrollo de su gente.
E.P. En términos de identidad ¿cuál ha sido el impacto de esta y otras leyes que buscan el rescate de una nación pluriétnica y multicultural?
J.C. Hemos avanzado mucho y esto ha servido para que nuestros hijos en vez de alejarse de sus raíces se arraiguen más a éstas. A nivel mundial la apropiación por nuestra identidad y cultura ha crecido, pero hay que aceptar que en Colombia avanzamos algunos pasos pero a veces retrocedemos otro tanto.
Esto sucede porque en Colombia nos faltan líderes visibles que con su trabajo sean la esperanza de un futuro mejor para nuestra población. Es cierto que ya contamos con magistrados en las altas cortes, decanos de universidades, congresistas, investigadores, empresarios, pero hay que seguir trabajando porque el reconocimiento sólo lo logramos demostrando que somos importantes para la nación.
E.P. La comunidad afro representa más del 26% de la población colombiana, sin embargo su presencia en las aulas universitarias y en cargos que exigen título profesional es escasa. ¿A qué se debe esta situación?
J.C. Con respecto al acceso de jóvenes afrocolombianos a la educación superior se ha avanzado bastante, pero desde la Asociación hemos visto que ahora el problema es de permanencia. Por ello hicimos un estudio donde encontramos que en un 80% la deserción es por falta de recursos económicos, otro 10% lo hace por problemas de discriminación racial y el otro 10% por dificultades para adaptarse a la vida citadina y prefieren volver a sus lugares de origen.
No obstante hay otro problema, las pruebas de Estado son estandarizadas hacia cierto tipo de estudiantes que reciben un mismo sistema educativo. En mi pueblo natal los puntajes han sido buenos, pero el sistema de educación allá es diferente al que se plantea como base para las preguntas del Icfes, por eso nosotros llegamos con mucha inferioridad a estas pruebas y otras similares que se realizan para ingresar a la Universidad.
E.P. ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta en la actualidad la academia para consolidarse como una universidad incluyente, pluriétnica y multicultural?
J.C. Hay que enviar mensajes incluyentes a toda la sociedad desde estudiantes hasta directivos. Debemos demostrar que los afrocolombianos somos capaces de asumir retos en cualquier campo de acción, tenemos toda las competencias para dirigir procesos educativos.
De igual forma, es indispensable que en Colombia la educación se estandarice respetando las diferencias culturales de cada comunidad. Esto debe hacerse desde la educación básica y media, si se reformula el sistema educativo desde este punto el acceso, permanencia y egreso de estudiantes afrocolombianos en la universidad será más efectivo y así su inserción en el campo profesional.
Nuestro papel desde la etnoeducación es visibilizar que sí hemos contribuido al desarrollo del país, así como evidenciar procesos destacados que han liderado miembros de la comunidad afrocolombiana.