Aguanileeeee, santo Dios, santo fuerte, santo inmortal... retumbó el escenario con este clásico de la salsa interpretado por el cantante de los cantantes Héctor Lavoe y revivido hace algunos años por el artista puertorriqueño Marc Anthony, y así dio paso a la tarima a Ruth Alejandra Torres y Luis Rubén Saavedra, la pareja que representó en esta ocasión el espíritu salsero de la Universidad Nacional.

Tras esta puesta en escena hay alrededor de un año de preparación constante, haciendo uso del poco tiempo libre que queda entre la Universidad, la familia y el trabajo, ensayando en horarios poco convencionales como la madrugada, pero con la satisfacción de hacer lo que les gusta.

“Hace cinco años me inscribí en los talleres de salsa y la profesora Olga Lucía me dijo que tenía potencial, así que decidí presentarme a la audición del grupo institucional de salsa y logré pasar”, cuenta emocionado Luis Rubén, estudiante de Ingeniería Electrónica, quien siempre disfrutó de la salsa, pero para su pesar no sabía bailarla.

Sin embargo, la falta de coordinación incluso de ritmo no pudo más que las ganas de aprender y la pasión por este contagioso sonido latino, y hoy Rubén junto a Alejandra son dos de los mejores exponentes de la salsa en la Universidad y en Bogotá, luego de alzarse con el segundo lugar en el Mundial de salsa “Bogotá en su salsa”, que reúne a las mejores academias de salsa de la capital.

“Hicimos una puesta en escena que rendía homenaje a dos dioses de la cultura afrocubana: Oshun (que representa a la Virgen de la caridad del cobre) y Oggun (mensaje directo de la Virgen de las mercedes) con el tema Aguanilé, mezclando coreografía, movimiento de pies y mucha cortesía en el escenario”, explica Alejandra, estudiante de Matemáticas y una apasionada desde la infancia por la salsa.

Sin duda alguna este día la pareja de la Nacional contaba con el apoyo de los Orishas, dioses rumberos y nativos de la religión Yorubá, que se practica  ampliamente en tierras salseras como Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.

Además del excelente trabajo de Rubén y Alejandra, la pareja contó con la asesoría de la maestra Olga Lucía Ceballos, quien dirige los talleres de salsa y el grupo artístico institucional de salsa, liderados por el Área de Cultura de la Dirección de Bienestar, diseñaron no sólo la coreografía y técnica de su presentación, sino también el vestuario, que se destacó por su estilo, brillo y elegancia.

Esta pareja de jóvenes sigue preparándose con miras a participar en próximos festivales a nivel local y nacional, entre ellos el Festival de Talentos UN, que se llevará a cabo en el mes de octubre y en esta ocasión suma la categoría de danza en modalidad tango, salsa, danzas indígenas y afrocolombianas.