, Marzo 15 de 2013.
Arte, punto de fuga del sentimiento humano
Como parte de su articulación con la academia, el Área de Cultura de la Dirección de Bienestar se hizo presente en la cátedra “Arte y cerebro”, para reflexionar sobre el impacto que logran las emociones en el cuerpo como producto de los movimientos rítmicos de una expresión artística.
La combinación de la estética y el concepto conforman la dupla perfecta cuando de arte y cultura se trata. No sólo consiste en observar los bellos movimientos corporales de una danza sino abordar su complejidad desde lo que aportan estos a la comunicación humana.
Así lo vivieron los asistentes al encuentro Danza y cerebro, celebrado en el marco de la cátedra “Arte y cerebro” del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina, bajo la Dirección del maestro Luis Roberto Amador.
Durante la charla, el doctor Amador explicó cómo la danza activa las zonas cerebrales del bailarín y del espectador; el primero con una intencionalidad previa busca transmitir sensaciones y el segundo interpreta a partir de su subjetividad el acto que presencia.
Así mismo la música con una intención, no importa lo que veamos, despierta una disposición especial, con su acompañamiento el cuerpo muestra movimientos pero también construye historias.
En el marco del encuentro la cultura en su esplendor fue protagonizada por el grupo de Danza Contemporánea de la Universidad Nacional, bajo la dirección de Astergio Pinto. Sus movimientos sensuales e irregulares aparentemente improvisados van más allá de lo que los ojos alcanzan a percibir.
La puesta en escena además de contar con un sincrónico montaje, reflexionó sobre el territorio y la pertenencia a los lugares por los que se transita en el transcurrir de la vida.
Durante la presentación, los bailarines, dejaron entrever los efectos que la melodía y el momento en sí mismo ejercían sobre su actuación, haciendo una oda a los nómadas del mundo que van de ciudad en ciudad, sin ser de aquí ni ser de allá.
Docentes, artistas y estudiantes dialogaron sobre las impresiones generadas por la propuesta de Pinto. Sensualidad, tensión, luto, afán, convulsión entre otras, hicieron parte de las emociones vividas por el público asistente.
Opiniones compatibles y disímiles confluyeron en este espacio para concluir que los efectos del arte en cada individuo son diferentes, la experiencia se vive de una manera desde quien lo protagoniza y de otra desde el espectador.
Música y movimientos, emociones y un libreto convierten la escena artística en la ventana de la creatividad, demostrando que el arte es una de las mejores herramientas para purificar las pasiones humanas.