(Bienestar Sede Bogotá, 21 de septiembre). “Creemos en la comunicación con compromiso social, creemos que hay responsabilidad social en el periodismo, creemos que es importante cumplirle a la sociedad desde el trabajo periodístico” Esta fue una de las conclusiones de Juan Pablo Morris, productor ejecutivo de Morris Producciones, durante la presentación del documental Impunity en el marco del Festival de Video y Cine 7+1.

Impunity es un documental de 80 minutos dirigido por el periodista colombiano Hollman Morris, el cual retrata el proceso de justicia y paz que atraviesa Colombia en los años 2000, tras la desmovilización de más de 30 mil paramilitares acusados del asesinato de miles de colombianos.

La pieza audiovisual muestra el encuentro entre los familiares de las víctimas y los victimarios en los estrados judiciales en los que los asesinos exponen con frivolidad cómo asesinaron de la forma más vil a niños, ancianos, hombres y mujeres.

Morris destacó la trascendencia que ha tenido este documental sobre todo en los jóvenes “estudiantes de todo el país piden que se proyecte el documental, es como un mensaje de rebeldía porque este tipo de temáticas no se abordan con profundidad en los medios masivos ni en las salas de cine”.

Si bien es cierto que los temas del conflicto armado son tratados con banalidad y amarillismo en los medios de comunicación, otras problemáticas sociales de igual trascendencia pasan casi inadvertidas en los noticiarios. Es el caso que presenta la colombo canadiense Sarah Charland Faucher, en su documental A flor de piel, un replanteamiento del actual modelo de desarrollo inequitativo, excluyente y que atenta contra el medio ambiente.

Charland nos muestra una dura realidad que está detrás de las flores que regalamos a nuestros seres queridos en fechas especiales o las que llevamos cada domingo a nuestros familiares que han fallecido. Hombres y mujeres de la Sabana de Bogotá dedicados al cultivo de flores explotados por multinacionales, con extensas horas de trabajo mal remuneradas, la realidad de familias que deben subsistir con menos de $6 mil pesos al día y ninguna garantía como empleado.

Sin embargo, desde cada uno de los documentales surge una luz de esperanza. La voz de los niños -que aún viviendo en una profunda pobreza, que aunque les hayan quitado el derecho a estudiar, a una vivienda, a unas condiciones de vida digna-, no les han podido quitar el derecho de ser niños y de soñar con un mañana mejor para ellos y sus familias.

Por otro lado, Juan Pablo Morris plantea un panorama alentador que nace en la academia, a través de colectivos como el Grupo 7+1 y otros tantos que trabajan en pro de una sociedad mejor, más conciente, más comprometida con su realidad. “Este es un trabajo arduo, construir siempre será más fácil que destruir. Yo celebro estos espacios y los invito a que se unan y así generen espacio de investigación y análisis mucho más fuertes ante los ataques de sectores que buscan la polarización de la sociedad”, señala Morris.

El cine desde la ‘mirada’ de personas invidentes
Vidas ocultas es un cortometraje de Nelson Octavio Martínez, con un tema sencillo pero una dinámica fuera de lo común. Lo primero es el reto de sus protagonistas, personas invidentes o con baja visión quienes deben representar a personas videntes en actividades cotidianas como apreciar el paisaje, conducir una motocicleta o un automóvil o jugar tenis. Otra de las particularidades de Vidas ocultas es su realización, está hecha con una serie de fotografías acompañadas por una narración con descripción detallada que busca ubicar al público invidente en la escena.

Estas piezas audiovisuales hicieron parte de la primera jornada del Festival de Video y Cine 7+1, apoyado por el programa de Gestión de Proyectos de la Dirección de Bienestar de la UN y organizado por un colectivo de cuatro estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Nacional. “El objetivo del grupo es crear un espacio para que los nuevos realizadores enfocados a temas sociales puedan mostrar sus trabajos”, señala Félix Melo, miembro del grupo.

Aunque esta iniciativa tan solo lleva tres meses de trabajo, el grupo cuenta con el apoyo de estudiantes de la Universidad de La Salle, la CUN, el colectivo de abogados José Alvear Restrepo y estudiantes de Cine y Televisión de la UN. Para las jornadas del jueves 22 y viernes 23 de septiembre se esperan una mayor afluencia de público, con el fin de consolidar este trabajo en próximas ediciones del Festival.

Más información
Oficina de Comunicaciones
Dirección de Bienestar
Tel: 316 5000 ext. 10710/ 10678