Como parte de los eventos académicos realizados por la Escuela de Estudios de Género, la profesora titular e investigadora del Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo (Ginebra, Suiza) Christine Verschuur compartió los resultados preliminares de su investigación que tiene como objetivo documentar y analizar el rol de las personas que se dedican a estudiar los temas de género.
Más de 40 personas interesadas en temas de género reflexionaron sobre la globalización de los estudios de género y cómo este se ha vuelto un tema cada vez más indagado.
La investigación fue realizada en Nepal, Mali y Colombia brinda una mirada al interior del movimiento. En ésta se analiza cómo los estudios de género es un campo que ha tenido dificultades en conseguir reconocimiento científico.
“Este campo de estudio también ha tenido esta dificultad de conseguir su legitimidad científica porque por un lado esa dimensión militante para algunos limitaría su legitimidad científica, para algunas personas, y también por el hecho de que se basa en unos métodos que son utilizados particularmente en los estudios feministas que son métodos colaborativos, no jerárquicos, inclusivos, transformativos” expresó.
En el conversatorio la profesora explicó el porqué del título “yo no soy una experta en género” el cual hace alusión a lo encontrado en el proceso de investigación donde las personas no se denominaban así mismo expertas. “Hay diferentes razones que pueden explicar a que digan yo no soy una experta en género, unas razones son que efectivamente muchas personas no ha tenido una formación académica, la formación es por la practica pero no por la teoría, entonces se sienten con menos legitimidad” Comentó.
A través de una metodología de Acción participativa y por medio de entrevistas, cuestionarios, historias de vida, observación a microespacios y la investigación documental, la investigadora busca conocer y comprender a las personas que realizan estudios de género y observar las tensiones que se desarrollan en sus campos de trabajo.
Entre las principales destacó las existentes entre las organizaciones de mujeres y las organizaciones feministas originadas por sus diferentes corrientes ideológicas. Así mismo existen tensiones entre organizaciones feministas y Cooperación internacional, también por la falta de recursos dado el origen mixto de las organizaciones mundiales y la falta de circulación de saberes entre la academia y los sectores de los organismos internacionales, las cuales poco a poco se han ido disipando según Verschuur.
Respecto a Colombia, destaca que en el país existen un gran número de personas que trabajan en torno a las temáticas de género, determinada en gran parte por la larga historia del movimiento social de mujeres que tiene más de cien años y ha sido vigoroso sobre todo desde los años 80.
De igual forma otro de los resultados asociados a esta afirmación es que las personas que trabajan en este campo son locales esto ligado al hecho de que la cooperación internacional ha estado presente y ha empujado a que estos temas sean más trabajados.
Otra de las conclusiones preliminares es que las “expertas” tienen un interés marcado por investigar y conocer experiencias a nivel internacional, considerado como un componente fundamental para ganar legitimidad.