Hace 13 años la Universidad volteó la mirada hacia las personas en situación de discapacidad. Con un sencillo y casi silencioso trabajo, la maestra Lida Pérez de la Maestría de Discapacidad e Inclusión Social, emprendió el liderato de una cruzada para lograr una institución más consciente. Inicialmente a través del Sistema de Inclusión Educativa SIE, empezó a trabajar en los procesos de admisión de los estudiantes en situación de discapacidad.

Este trabajo sirvió como base para que en 2010 las altas instancias empezaran a abordar la temática y analizara una a una las deficiencias con las que contaba en términos de accesibilidad en sus espacios e identificara la más importante de todas: la necesidad de un cambio de actitud de toda la comunidad universitaria en el trato con esta población.

Producto de esto surgió en 2011 el Programa de Inclusión y Discapacidad en la sede Bogotá, delegado para promover procesos de sensibilización e incidir en cambios de actitud en toda la sede, bajo los principios de la autonomía y la libertad para los miembros en situación de discapacidad y cuyo reclamo se cimienta en la posibilidad de tener las mismas facilidades de acceso a su entorno académico o laboral.

“Anteriormente, por ejemplo, en el examen de ingreso, las ultimas 15 preguntas incluían el análisis de imágenes y esto era un factor de dificultad para las personas con deficiencias visuales. Algo que aparentemente no tiene ninguna relevancia pero que si resulta frustrante, porque debían contestar casi que al pinochazo” explica Fredy López coordinador del Programa de Inclusión y Discapacidad en la UN Bogotá.

De grano en grano

En febrero de 2012, el Consejo Superior Universitario emitió el acuerdo 036 que contiene la política de Inclusión y Discapacidad para la Universidad Nacional. Documento que hoy funciona como soporte para las acciones que lidera el programa de la Sede.

En la parte académica, el acuerdo exige que los docentes se capaciten, para que sus programas tengan en cuenta a todo el mundo. Por ejemplo, para quienes usan todo el tiempo el tablero tengan en cuenta en sus metodologías a las personas con deficiencia visual.

La accesibilidad en términos de infraestructura como ascensores y rampas, y la implementación de tecnologías de la información y medios, y mecanismos de comunicación igualmente accesibles, son otros de los factores que contempla el escrito.

“Lo más importante es que no centra la atención en el ámbito asistencial, sino en el brindar herramientas para que la población sea autónoma. Que si les va bien académicamente sea por su responsabilidad y no porque no tienen las garantías para poderse desarrollar, en el caso de los estudiantes”, puntualiza López.

Del papel a la acción

En un corto tiempo son muchas las acciones emprendidas desde el programa que se ampara bajo el Área de Acompañamiento Integral de la Sede. Entre las más destacadas se encuentra un riguroso proceso de capacitación con diferentes miembros de la Universidad, por el que han pasado desde los vigilantes, pasando por los funcionarios de las Bibliotecas hasta los docentes de diferentes facultades.

Diversas estrategias de sensibilización fundamentadas en videos y piezas radiales hacen parte de la estrategia de comunicación, para hacer entender a la Universidad que el entorno necesita transformarse, para que las personas en situación de discapacidad se sientan tenidas en cuenta y puedan desarrollarse académica o laboralmente de manera satisfactoria.

La Academia ha estado muy ligada a este proceso de implementación. En 2012 se realizó un foro con la participación del Ministerio de Educación, el Instituto Nacional para Ciegos (Inci) donde se dialogó y debatió sobre los alcances y los logros de la política en la UN.

Para el periodo 2013 - 2015 son muchas las proyecciones, entre las más importantes una nueva pero no menos importante tarea, el liderato en el abordaje de los asuntos de género y el trabajo con las poblaciones de admisión especial Paes y Peama. Este viraje en el accionar le apunta a una posible reestructuración, desde la que se espera por supuesto contar con el respaldo Institucional.