Mediante las resoluciones 939  del año 1993 de la entonces Vicerrectoría de Bienestar y la 01 de 2011, del Consejo de Bienestar, se reglamentaron los préstamos becas para los estudiantes de pregrado, con el fin de bridarles una ayuda económica.

“El propósito del crédito estudiantil es apoyar a los estudiantes que se encuentren en condición de vulnerabilidad o que necesiten una ayuda económica durante el tiempo de su carrera”, explicó Tatiana Ballén Lagos, de la División y Gestión de Fomento Socioeconómico.

Señala igualmente, que  muchos estudiantes de la U.N. vienen de diferentes zonas del país y de ellos un alto porcentaje en condiciones de vulnerabilidad. “Este programa es y ha sido un buen beneficio. La posibilidad de crédito es un impacto grande para la Institución, porque ha venido promoviendo a que los chicos beneficiados no se desmotiven  terminen la carrera y puedan ayudarse con sus gastos”.

Los estudiantes que están culminando la carrera y accedieron al préstamo estudiantil tienen un año de gracia, en el cual no están obligados a cancelar sus cuotas mensuales, mientras se ubican laboralmente. 

“La buena noticia es que si cancela, ya sea la deuda total o la cuota respectiva en tiempos establecidos, puede tener el beneficio del 20% de la devolución”, enfatizó Ballén, quien explicó que por ejemplo, un estudiante tiene una deuda de diez millones de pesos y hace el pago total de la misma durante el año de gracia, se le devuelven dos millones”.