El evento contó con la presencia de Fabio Pachón y Mauricio Parra, docentes líderes de la actividad. El profesor Parra compartió la inspiración detrás del evento, que se originó en Quindío, donde ciudadanos y campesinos decidieron revalorizar las semillas y conocimientos ancestrales. Además, destacó que esta feria no sólo se trataba de comida, sino también de un encuentro entre personas alrededor de algo que nos concierne todos los días: el alimento.

El profesor Pachón, por su parte, explicó que esta iniciativa surgió en el marco de cursos ofrecidos por la Facultad de Ciencias Agrarias en los niveles de pregrado y posgrado. En donde el alimento desempeña un papel central en los contenidos y, en tal sentido, se tenía la tradición de concluir las clases con un compartir de alimentos, de manera que la feria se convirtió en el escenario a gran escala de dicha costumbre.

Uno de los objetivos de esta feria fue resaltar una o varias especies nativas de Colombia, en el propósito de valorar las costumbres y la cultura de la Comunidad UNAL. De manera que, bajo el recuerdo del primer Festival de Agrobiodiversidad al Plato del año pasado, la comunidad universitaria se unió para reivindicar sus raíces a través de la comida. Los participantes se involucraron en conversaciones sobre lo que evoca el alimento en sus vidas, compartiendo experiencias desde la procedencia de las recetas hasta la disponibilidad de los ingredientes.

La Feria de Agrobiodiversidad al Plato ofreció una amplia gama de preparaciones culinarias, desde dulces hasta platos salados y bebidas tradicionales. Muestra de ello es la participación del estudiante de la Facultad de Ciencias, Juan Pablo Avellaneda, quien eligió la auyama como ingrediente principal en su preparación: “Seleccioné la auyama, pues es un alimento nativo de este continente. Colombia tiene el reconocimiento de haberla ‘domesticado’, siendo este el país que más variedades tiene, manejamos más de cinco diferentes tipos de calabaza amarilla. Hoy comparto una torta con un sabor tenue y rico que mi abuela me ayudó a formular con base al ingrediente principal”.

Por su parte, Andrea Catalina Mora de la Facultad de Ingeniería, presentó una jalea de guayaba acompañada de cuajada. Sobre su preparación resaltó: “El plato viene de mi abuelita, ella lo aprendió a través de las monjas en el orfanato en donde creció, luego lo empezó a comercializar en un restaurante que se llamaba La Pola, aquí en Bogotá. Allá enseñó la receta y ahora me la compartió a mí. Estuvo a mi lado para esta preparación”.

Asimismo, en la categoría de los dulces destacó Juan Esteban Burbano, estudiante de la Facultad de Ciencias, procedente del departamento del Putumayo. “El plato que preparé es con la fruta chilacuán, le decimos en el Putumayo, o aquí en Bogotá se conoce como papayuela. Es un dulce que me enseñó mi abuela. Se hace pelando la fruta, cortándola en julianas, hirviendo e incorporando un melao como por veinte minutos. En esta oportunidad, mi abuelita me acompañó en la preparación por videollamada”.

Por otro lado, en lo referido a bebidas, el estudiante Nicolás Moreno Díaz presentó un masato con base de arroz, ofrecido a los asistentes en las tradicionales totumas. “Para mí el masato representa la familia porque siempre que nos reunimos es la bebida principal. Además, dado que es herencia de mi abuela, tenemos ese sabor en el corazón”, afirmó el estudiante.

Por último, dentro de las preparaciones saladas destacó Valentina Valle, estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias, quien llevó al Campus UNAL lo mejor del caribe colombiano: “Preparé mi receta con base en una preparación familiar de cayeye, que es como un puré de guineo verde, le adicioné suero costeño, un guisito y butifarra que también es muy típico de la costa. Mi familia me envió los ingredientes directamente de Santa Marta para que fuera posible compartir el plato hoy. Es lindo venir a observar la diversidad que tenemos en el país por medio de estas actividades”.

Cabe mencionar que durante el desarrollo de la feria se realizaron muestras musicales y, para el cierre, los asistentes apreciaron una representación de danza colombiana, agregando a la celebración otra manifestación de la diversidad cultural del país. En resumen, este evento no sólo fue una oportunidad para disfrutar de una gran variedad de sabores, sino también para reflexionar sobre la identidad cultural y alimentaria.

 Desde la Dirección de Bienestar Universitario, se invita a la comunidad universitaria a participar en los diferentes espacios de encuentro y reconocimiento cultural. La programación completa de las actividades puede ser consultada a través de las redes sociales, en Instagram: @bienestar_unal_bog y en Facebook: BienestarUNALbogota.

Juliana Pacheco jpacheco@unal.edu.co NR biecom_bog@unal.edu.co jromeropo@unal.edu.co