La tarea no era fácil, los artistas colombianos compitieron contra tunas y estudiantinas españolas y portuguesas con años, incluso siglos de tradición, que superaban hasta diez veces el número de integrantes de la agrupación formada y apoyada desde el Área de Cultura de Bienestar Universitario.

Pero el buen son y sabor de la delegación colombiana contagió al exigente jurado. Con una propuesta arriesgada que incluía la particular percusión del Caribe colombiano, los tunos nacionales hicieron bailar al público asistente al ritmo de la “Pollera Colorá”, “Mama que será lo que quiere el negro” y “La Gota fría”.

Además de este repertorio, el grupo también incluyó una versión del tema “Idilio” de Willie Colón y el clásico “Décimas” de Carlos Vives. La innovación y la alegría de la Tuna colombiana la hizo acreedora al premio como Montaje más original: “Cuando escuchamos el nombre Universidad Nacional de Colombia quedamos como en shock, reaccionamos al buen rato y todos muy emocionados subimos a la tarima a celebrar”, recuerda con emotividad Leandro Lozano, estudiante de la Facultad de Odontología.

Para sorpresa de nuestros tunos, su actuación gustó tanto al público como al jurado, que lograron alzarse con el premio a la Segunda Mejor Tuna, sólo superados por la Estudiantina de Portugal, y por encima de legendarias tunas portuguesas y españolas como la de Granada, Salamanca o Murcia.

En el certamen de Costa Cálida se otorgan premios por categorías como Mejor Pandereta, Mejor Bandera, Mejor Solista, Montaje más original, entre otras. En cada una, las tunas participantes van sumando puntos, al final del Festival de acuerdo con la tabla de puntuación se eligen las tres mejores tunas, pódium que por primera vez contó con una tuna colombiana.

Recorriendo el territorio español

Pero este viaje no fue sólo de trabajo, también hubo espacio para el aprendizaje y la diversión. “La visita a la Casa de la Troya, un antiguo museo que da cuenta de la historia de la tuna en España, fue muy enriquecedora. Allí dejamos la beca (estola) de la Universidad y eso es muy significativo porque estamos junto a las tunas más importantes del mundo”, resalta Ricardo Hamburger, futuro físico.

Estando en Compostela, sede de la Casa de la Troya, los estudiantes compartieron su experiencia con otros tunos. Comprobamos que nuestro nivel es bueno, pero necesitamos trabajar más, incluir nuevos elementos y motivar a más estudiantes a que se unan a nosotros, para llegar a ser como los grupos de España y Portugal”, precisa William Suárez, estudiante de Química.

Durante 21 días estos 11 jóvenes y su profesor se sintieron como celebridades, entrevistas para periódicos, en radio y menciones en los principales noticieros. En las calles, la gente se asombraba al ver a una tuna colombiana y por supuesto no faltaron los conciertos improvisados en cafés, restaurantes y plazoletas.

“En la ciudad de Cartagena - España los miembros del ayuntamiento nos recibieron muy bien, nos autorizaron entradas gratis a muchos sitios turísticos y nos dieron el honor de tocar en el Teatro Romano, un lugar que data del siglo I, donde no cualquiera puede tocar”, dice con orgullo Daniel Suárez, estudiante de Maestría de la Facultad de Enfermería.

En su visita a Madrid, los representantes de la UN fueron recibidos por la Cónsul colombiana, quien les dio todo su respaldo y los acompañó a un recorrido guiado por el consulado, explicándoles cómo funciona este pedacito de Colombia en España.

Conexiones entre tunos

Fue tal el éxito e impacto de la Tuna Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia que recibió invitaciones de otras tunas a participar en festivales en Chile y en Portugal.

Asimismo, esta fue la oportunidad perfecta para intercambiar saberes con tunos más experimentados, con el fin de mejorar la técnica y la puesta en escena, de hecho el grupo planea buscar para el próximo semestre la asesoría de un profesor de teatro.

“Lo que más asombraba a los otros grupos era nuestra calidad, teniendo en cuenta que hasta ahora vamos a cumplir siete años, y por otro lado que nuestra participación en el Festival haya sido 100% financiada por la Universidad, porque en el caso de ellos sus universidades sólo les dan el nombre de representación”, señala Julián Bonilla, del programa de Ingeniería Eléctrica.

Son muchas las anécdotas que traen en sus equipajes estos jóvenes, que se dejaron tocar por el encanto de la pluriculturalidad del país ibérico, incluso de sus sabrosas y variadas comidas y bebidas, que según su criterio no superan las delicias criollas.

Y a pesar de las bajas temperaturas, pudo más el calor humano de los ciudadanos españoles que los acogieron durante su estadía y los hicieron sentir como en casa.