(Bienestar Sede Bogotá, 4 de Septiembre) Con un montaje fuera de lo común, donde el espectador pasa de ser un actor pasivo a formar parte de la puesta en escena, el colectivo de estudiantes de la UN logró el paso al Festival Nacional de Teatro Universitario que tendrá lugar en el mes de octubre en Cali.

La obra dirigida por el maestro Mauricio Córdoba es una adaptación de “Casa sin ventanas”, del dramaturgo colombiano y egresado de la UN Erik Leyton. La historia está dividida en seis cuadros que reflejan la estremecida realidad nacional, los cuales son visitados por los asistentes bajo protección de dos bomberos, quienes hacen las veces de guías de la historia.

En el primer escenario se muestran los diferentes tipos de violencia a los que a diario se exponen las mujeres colombianas: sexual, física, psicológica y emocional. Posteriormente, el recorrido lleva a una habitación donde la tragedia envuelve no sólo a las víctimas de las minas anti persona sino también a sus allegados.

En un tercer momento, las historias de familias campesinas desplazadas por la violencia son protagonistas, el drama de aquellos que huyendo de amenazas de la muerte y la pobreza, esperan encontrar un futuro más alentador en las ciudades capitales.

Como parte de la historia el público vuelve al primer escenario pero con un montaje distinto, donde aparentemente el panorama cambia. Un conflicto entre una docente y un alumno, entre quien tiene el poder y quien está bajo su dominio, también es un foco de violencia que se presenta en el día a día y a la que muchos le restan importancia.

En el quinto espacio la violencia promovida por los medios de comunicación es representada por medio de un programa de televisión, mezcla de noticiero y show de entretenimiento, donde el amarillismo frente a las tragedias de los otros son el principal recurso para aumentar el rating.

Finalmente, el último momento de la obra es una alegoría a los desaparecidos a causa de la violencia ejercida por los diferentes actores armados del país.

En el transcurso de la presentación, las distintas historias son representadas por un equipo de 18 actores y técnicos quienes van transformando el espacio donde se desarrollan los hechos en baños, habitaciones, escaleras, patios y puertas.

“Yo creo que uno de los factores que más nos ayudó con el jurado fue precisamente el manejo de la escenografía, que constantemente va cambiando, y el hecho de romper el esquema del público pasivo y hacerlo parte de la obra”, señala Mauricio Córdoba, director del grupo teatral”.