(Bienestar Sede Bogotá, 8 de noviembre). De acuerdo con el director del Instituto de Investigación en Educación de la UN, Fabio Jurado, en este libro se condensan las experiencias pedagógicas innovadoras iniciadas en la década de los 90 en el Iparm por iniciativa del maestro Vinent, que fueron el paso del modelo tradicional de educación a un modelo comunicativo y constructivo donde la enseñanza se basa en los intereses de los estudiantes.

En la publicación, los docentes del Iparm destacan los logros obtenidos gracias al uso de las regletas en matemáticas, los centros de interés y el método natural para el aprendizaje de la lectura y la escritura, como fundamento para el trabajo con los niños de pre-escolar y primaria de la Institución. Gracias a este novedoso método el Colegio se ha posicionado entre los 50 mejores del país.

Parte de esta estrategia pedagógica es el uso de las regletas, palitos de colores con los que los niños ya no sienten temor a las matemáticas, sino que encuentran en ellos una forma divertida de aprender, “nos sirven para  sumar, restar, multiplicar, dividir, hacer planchones y trenes”, dice uno de los niños del grado primero del Iparm, mientras otro complementa “es muy divertido aprender con las regletas porque podemos hacer grupos por colores claritos y oscuros o las grandes y las chiquitas”.

A diferencia del método convencional, con las regletas los niños aprenden el sistema numérico y las operaciones básicas de la aritmética sin necesidad de esquematizar o memorizar fórmulas, sino a través de la lógica, y gracias a estas bases sólidas es más sencillo para los estudiantes enfrentarse en grados superiores a las matemáticas avanzadas.

“Hay que mostrarle a los niños que el conocimiento no es sinónimo de aburrimiento y esto se logra con herramientas como las regletas, que desarrollan desde temprana edad la capacidad de asociación, de creación y la disciplina de trabajo en los menores”, explica la docente Fanny Nava.


Planas dan paso a escritura libre

 De la mano del trabajo en matemáticas desarrollado por el maestro Vinent, en 1993 llega al Iparm el profesor Fabio Jurado como asesor en el área de lecto-escritura, quien centra sus actividades en el método natural, el cual “se fundamenta en los conocimientos de lectura y escritura que traen los niños desde el hogar, los cuales se deben fortalecer en la escuela. La idea es que el niño empiece a escribir como él percibe la escritura y poco a poco se van dando las pautas gramaticales, pero sin la presión de las planas, ni las notas, sino una escritura libre”.

Con este sistema que tiene como base el fomento de la lectura, los estudiantes asumen una posición cada vez más crítica e interpretativa frente a lo que leen, además los conocimientos adquiridos por medio de la práctica lectora se reflejan en las habilidades comunicativas del niño a nivel oral, escrito y pictórico.

El método natural de lecto-escritura se desarrolla alrededor de proyectos de aula, enfocados en los temas que representen mayor interés en los menores, “cuando se trabaja a partir de temas que le gustan a los niños ellos se muestran más interesados en indagar, participan más activamente.”, explica la docente Elvira Vargas.

Gracias a esta metodología se deja de lado el trabajo mecanizado y repetitivo en clase y se pasa a discusiones en las que los estudiantes se cuestionan sobre lo que los rodea, sobre lo que pasa en el mundo y se interesan por investigar para ellos mismos resolver sus inquietudes.

Cuando los niños adquieren toda esta información ellos ven la necesidad de comunicar sus saberes, “en el salón se llevan a cabo debates en los que los niños argumentan su punto de vista sobre determinado tema y generan textos concluyentes, además se fortalece el respeto hacia la opinión del otro compañero, la capacidad de escucha y la reflexión sobre lo que se dice, se hace y se piensa”, agrega la profesora Nava.

“Aunque el paso de una educación tradicional a un método nuevo no es algo fácil, porque requiere del compromiso de los docentes, de los estudiantes y de sus familias, ésta ha sido una experiencia muy enriquecedora y se ve reflejada en los estudiantes del Iparm: jóvenes activos, autónomos, creativos, críticos frente a la sociedad y que al salir del Colegio logran ingresar a las mejores universidades del país con un desempeño destacado”, afirma el profesor Jurado.



Centros de interés para aprender

Precisamente fue el interés del maestro Jurado porque existiera un registro de las experiencias pedagógicas vividas en el Iparm lo que motivó el surgimiento del libro “Los centros de interés en la pedagogía por proyectos”, que ya ha impactado de forma muy significativa en los maestros de Tumaco, y generado inetrés en escuelas de Arauca, Guaviare y otras regiones del país.

“El objetivo de esta compilación es hacer un reconocimiento a la historia del Iparm y la calidad del colegio incentivada con la llegada del maestro Manuel Vinent, siendo rector de la UN el profesor Antanas Mockus. Nosotros propendemos por el desarrollo conceptual libre de cada niño, queremos que desde pequeños sean productores de texto, que no le teman a la hoja en blanco ni al error, que piensen con libertad sin que prevalezca la posición del docente”, señala la docente Elvira Vargas.

Por ejemplo, la docente Miriam Martínez recuerda que al iniciar el año 1997 ella tenía a cargo el grado primero: “los niños manifestaron interés en los oficios, así que a través de la lectura de cuentos, historias y las mismas vivencias de los niños empezamos a trabajar en este centro de interés. De acuerdo a los oficios vistos convertíamos el salón de clases en una sastrería, carpintería, zapatería, y así lo niños empezaban a escribir sobre estos temas”.

En la misma línea, la profesora Fanny Nava cuenta que con sus alumnos trabajó como centro de interés el circo: “los niños leían, investigaban y discutían sobre todo lo que allí encontraban, y así iban creando frases, poemas, cuentos e historias alrededor del circo. Para final de año los padres se asombraban de la gran fluidez oral y escrita de los niños”.

Como estás, son muchas más las experiencias narradas en la publicación por las profesoras de pre-escolar y primaria del Iparm: Myriam Martínez, Marina Rodríguez, Myriam Morales, Elvira Vargas, Stella Triana, Fanny Nava e Inés Bolaños, que de manera creativa fueron compiladas en 94 páginas, para tener como resultado un libro de fácil lectura y adecuado para servir de guía en otras instituciones educativas.


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