(Bienestar Sede Bogotá, 15 de noviembre). El matemático catalán Manuel Vinent basó su método de enseñanza en la construcción individual del conocimiento, donde cada estudiante aprende a su ritmo y de acuerdo a sus intereses, respetando la posición del otro y argumentando sus opiniones personales.

Sus amigos y colegas se refieren a este pensador liberal como un hombre estricto, con una gran disciplina de trabajo, exigente con su equipo pero amoroso y muy amigo de sus estudiantes. “El maestro era muy duro con nosotros los profesores, yo recuerdo que incluso algunas veces lloré porque su método era contrario a lo que yo como docente hacía, pero hoy lo agradezco porque sé que sus estrategias funcionan”, recuerda con orgullo la profesora del Iparm, Fanny Nava.

“Manuel tenía algo especial que hacía que le llegara bien a todo el mundo, a pesar de su alta disciplina nunca dejaba atrás la picaresca característica de los españoles y siempre buscaba la forma de vincular las matemáticas con la vida”, cuenta el profesor Fabio Jurado, quien trabajó varios años con Vinent.

En 1962  el profesor Vinent funda en Bogotá junto a Martha Bonilla el colegio Juan Ramón Jiménez, con el propósito de iniciar un proceso de renovación pedagógica. “Recuerdo mi paso por el Juan Ramón, junto a un hombre que siempre me pareció viejo por su pelo blanco desordenado, quien tenía la capacidad de pasar de la matemática a la física, de la música a la química, del teatro a la biología”, expresa con entusiasmo el periodista Francisco Cajiao en un homenaje que hizo a Vinent.

Años después el pedagogo español se desempeña como docente en el Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, donde tuvo a cargo asignaturas como cálculo y matemáticas avanzadas, allí trabajó hasta su jubilación en 1985, para posteriormente volver a su nativa España.

Sin embargo, a mediados de los años noventa Vinent vuelve a Colombia atendiendo al llamado del entonces rector de la Universidad Nacional, profesor Antanas Mockus, para que liderara el proceso de restructuración del colegio de la Universidad: Institución Pedagógica Arturo Ramírez Montúfar – Iparm.

De inmediato el maestro Manuel se unió al profesor Carlos Federicci para iniciar la transformación de las prácticas de enseñanza del Colegio en las áreas de matemáticas, lecto-escritura y los proyectos de aula, tomando como fundamento sus investigaciones en torno al método comunicativo constructivo, que es un cambio de la enseñanza canónica, pasiva y tradicional a la educación activa y crítica.

El proceso inició con la implementación del método natural para el aprendizaje de la lectura y la escritura de la mano del profesor Fabio Jurado, basado en los pedagogos Celestine Freynet, Paulo Freire, Anita Teberosky y Emilia Ferreiro, el cual tiene en cuenta los conocimientos de lecto-escritura que traen los menores desde el hogar y se trabaja una escritura libre. “Los niños empiezan a escribir como perciben y poco a poco se va trabajando en las estructuras gramaticales, dejando de lado la presión de las planas y las notas”, explica el profesor Jurado.

En el área de matemáticas, la especialidad de Vinent, se incursionó en el trabajo con las regletas de Cuisenaire para el aprendizaje de la aritmética elemental. “Las regletas son una forma para que los niños aprendan el sistema numérico y las operaciones básicas sin sentir temor a las matemáticas, porque aprenden divirtiéndose”, señala la docente del Iparm Elvira Vargas.

Estos procesos hacen parte de los proyectos de aula, a través de los cuales se busca trabajar en torno a los intereses de los niños, para que ellos mismos construyan sus conocimientos y sientan gusto por aprender, se sientan motivados por investigar, gracias a que se sienten parte del proceso educativo, porque se les respetan sus opiniones y se valoran sus ideas.

Finalizado el trabajo con el Iparm, el pedagogo español junto al profesor José Daniel Bogoya asesoraron el proyecto de evaluación de competencias básicas para Bogotá y también brindaron aportes teóricos a las pruebas Icfes y Saber durante este periodo.

En el año 2003, Manuel Vinent vuelve a España y se radica en Barcelona hasta el día de su muerte. Y aunque él no está de cuerpo presente, están sus ideales y su trabajo en pro de una educación de calidad, “Manuel creía firmemente que gracias a la educación se puede cambiar la sociedad, se puede lograr un mundo mejor”, afirma el profesor José Daniel Bogoya, colega del maestro Vinent.

Como reconocimiento a su vida y obra, y al gran legado que dejó en el Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar las directivas, docentes y estudiantes del Colegio le rendirán un homenaje del 24 al 26 de noviembre en el I Encuentro de Pedagogía del Iparm, que se realiza en el marco de las bodas de oro del Iparm.

Más información
Oficina de Comunicaciones
Dirección de Bienestar
Tel: 316 5000 ext. 10710/ 10678