Desde el pasado  mes de marzo cuando el Gobierno Nacional indicó que lo mejor era optar por las clases virtuales para los colegios y universidades, el IPARM se unió a esta iniciativa. Por las circunstancias del momento, el director del Instituto y los profesores, empezaron a planear sobre la marcha la metodología de las clases virtuales con sus estudiantes. Algunos docentes cuentan con el manejo de las herramientas de la Tecnología de la Información y la Comunicación TIC, aspecto que ha facilitado brindar el servicio de clases a los estudiantes de manera óptima. “El liderazgo de la coordinación y el apoyo de los profesores del colegio en esta época de emergencia ha sido definitivo. Los profesores hemos estado en un aprendizaje constante definiendo reglas de clase, dinámicas de trabajo y uso de herramientas, entre otros”, expresó Víctor Neira Rodríguez, director del plantel.

Con relación a los componentes generales que maneja el colegio como justificación, objetivos, principios pedagógicos, estrategias pedagógicas, acompañamiento psicosocial y formación de docentes, el IPARM ha venido trabajando en realizar actividades de autoformación por medio de tutorías virtuales. También ha realizado encuentros semanales sobre las experiencias significativas y talleres con profesionales en el uso de las TIC; todo esto, con el objetivo de seguir mejorando en la virtualidad y así poder contar en el futuro con aulas virtuales eficientes para mejorar la competencia digital de docentes y estudiantes encaminadas al servicio del aprendizaje.

Por su parte, los profesores usan diversas metodologías para las clases y utilizan recursos para captar la atención de sus estudiantes, algunos son: Guías, talleres, entrevistas con expertos, encuentros virtuales, trabajos colaborativos, etc. Para ello el IPARM utiliza plataformas como Google Meet y Google Classroom, BlackBoard y Educaplay. Adicionalmente, el correo electrónico también es usado como herramienta de comunicación entre todos los miembros del Instituto. Los horarios de las clases virtuales son los que se venía manejando en las clases presenciales, es decir de 7:00 a.m. a 2: 00 p.m. 

En medio de esta situación los estudiantes del IPARM han respondido positivamente ante la metodología de las clases virtuales. “Este proceso no solo ha sido un desafío para nosotros los profesores, sino también lo es para los estudiantes y los padres de familia. Es todo un proceso nuevo, autónomo y de responsabilidad y creo que todos estamos aprendiendo de ello. Por ejemplo, en el caso de las coordinaciones y los profesores, hemos tenido que acostumbrarnos al uso de las herramientas digitales y cada día educarnos más en el teletrabajo”, agregó el profesor Neira. 

Sin embargo, los profesores tienen la libertad de utilizar la metodología que consideren más adecuada  con sus estudiantes de grupo.  De la autonomía del profesor dependen los objetivos, el desempeño y el acompañamiento que reciba cada alumno del Instituto IPARM.

Tanto los directivos como los coordinadores coinciden en que la situación del mundo cambió las vidas y es un tiempo de transformación total, no sólo ante la pandemia y cómo reaccionar para cuidarse de ella, sino también, el cambio radical que todo esto implica. “Esta situación, ha sido un desafío enorme, no solo han cambiado nuestras condiciones personales, sino también el uso de las herramientas TIC. Todo esto ha venido cambiando el panorama de la educación. Estamos ante un mundo hiperconectado que exige el uso del Internet y de otros complementos virtuales, los cuales no solo debemos aprender a manejar, sino ante todo, ponerlos al servicio del propio aprendizaje y la formación integral de nuestros estudiantes”, indicó Neira.

Así mismo, como aprendizaje de la situación actual, el Instituto sabe que las circunstancias del momento los llevó a subirse a un cambio tecnológico fuerte que incluye gestión de conocimiento, desarrollo de habilidades y formas diferentes de estrategias didácticas para que cada día la educación y la tecnología funcionen conjuntamente de una manera efectiva para los estudiantes de Colombia.

“A nuestros profesores queremos darles un gran reconocimiento por su labor diaria. Son héroes anónimos que nos han colaborado mucho  en los procesos de aprendizaje académico y personal de nuestros estudiantes. De igual modo, queremos agradecer a cada uno de los alumnos del IPARM y sus familias, pues lo que vivimos hoy en día es y ha sido un desafío para todos”, indicó el director Neira.

Virtualidad para los más chiquitos

Al igual que el IPARM, el Jardín Infantil no tuvo tiempo de coordinar ningún plan  para el trabajo con sus niños en época de pandemia.  Todo lo realizaron en un trabajo en conjunto,  con la directora y las profesoras, para que a través de los días pudieron utilizar herramientas digitales que la Universidad puso a su alcance y poder ejecutar las diversas actividades con los pequeños.  Por medio de la herramienta Classroom, las profesoras comparten actividades para que los niños las realicen en compañía de sus padres; otras utilizan Google Meet y Zoom para leer cuentos y canciones. Esta herramienta también es usada para que los pequeños puedan armar su plato favorito estando en casa y así exponer con recortes lo que más les gusta.

Así mismo, se les indica a los padres que aparte de las actividades descritas en las guías que se les van enviando, acompañen el aprendizaje con actividades lúdicas, arte, literatura y movimiento.  Por su parte,  las profesoras del Jardín también han seguido orientaciones de actividades para la primera infancia realizadas por el  Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.

Las docentes del Jardín también utilizan con frecuencia las llamadas telefónicas y el correo electrónico, con el fin de brindar un acompañamiento semanal y personalizado a las familias de los niños y poder hacer seguimiento del estado y el desarrollo de los pequeños desde casa, pero también para facilitar el envío de las actividades que se desarrollan.

Teniendo en cuenta, la edad de los infantes, que va desde los 3 meses hasta los 5 años, y los compromisos laborales de sus padres, las actividades no tienen un horario específico. “Los padres de familia tienen ahora que atender  varias responsabilidades simultáneamente, y la idea es que sientan apoyo del Jardín en medio de este cambio fuerte en la vida y en la crianza de sus niños. Las dinámicas se transformaron, los padres deben estudiar, trabajar, atender hijos pequeños con sus demandas, atender la casa, cocinar y todo ello ha aumentado el estrés.  Además, algunas familias no cuentan con equipos  de cómputo o un celular compatible. A  veces  solo tienen uno para toda la familia y deben compartirlo. Entonces, nuestra propuesta implica en primera instancia que los padres desarrollen las actividades con los niños y niñas en el momento en que les sea más cómodo a través del classroom”,  señala su directora, Margarita Corredor Pachón, licenciada en Educación Preescolar y especialista en Gerencia Social de la Educación.

En materia de seguimiento a los trabajos y tareas desarrolladas por los niños, el Jardín también le pide a los padres de familia enviar fotos y videos donde el pequeño esté realizando la tarea. De esta manera, hay una retroalimentación entre el profesor, los pequeños y los padres de familia.

Durante el tiempo de confinamiento los retos han sido no sólo para los niños sino también para sud padres y docentes. Cada día el mundo entero sabe de la importancia de la virtualidad y la necesidad de saberse ajustar a ella para poder dar respuesta a las nuevas exigencias. “Definitivamente el apoyo de los padres, de nuestras profesoras y el esfuerzo de los niños ha sido inmenso.  Yo felicito y admiro a los padres por salir adelante con el reto virtual y con el de estar en casa dando cumplimiento a todos sus roles. La virtualidad nos ha permitido pensar en el futuro y poder usar las herramientas que existen para la Escuela de Padres, facilitar encuentros, reuniones y talleres, y así estar conectados con una gran misión, los niños.”, indicó la profesora Corredor.

Sin embargo, el Jardín Infantil reconoce que en el aprendizaje de la primera infancia es fundamental la presencialidad. A los niños les hace falta compartir con otros pequeños, el abrazo de  llegada, el espacio para correr, los sonidos del medio ambiente, las texturas y desarrollar sus destrezas, entre otros. Se espera que de acuerdo con los lineamientos y protocolos establecidos por el Gobierno, los niños puedan gradualmente incorporarse a sus rutinas diarias en el campus de la UN.