Dentro del principio que tiene la Universidad Nacional de Colombia de generar bienestar a los miembros de la comunidad universitaria. Desde la División de Acompañamiento Integral y el Programa de Inclusión de Bienestar Universitario, se viene trabajando en diversos mecanismos que orientan y ayudan a los estudiantes que presentan algún tipo de discapacidad. Con ello, se busca que de manera articulada con otras instancias se favorezca la inclusión desde la prueba de admisión o a lo largo de la permanencia y parte del egreso.
Según el caso, contar de manera directa e indirecta con el apoyo del Programa de inclusión de acuerdo a las circunstancias de cada estudiante o miembro de la comunidad, se vuelve un aprendizaje continuo para afianzar en lo positivo del presente y en el crecimiento de un futuro mejor. Hoy, se quiere resaltar la historia de la egresada UNAL, Jennifer Cañaveral, de la maestría de Urbanismo; quien quedó dentro de los diez jóvenes más sobresalientes del mundo y tiene discapacidad auditiva.
La Universidad Nacional de Colombia, cuenta con la política de inclusión, Acuerdo 036 de 2012, que propende por la complacencia efectiva de derechos para las personas con discapacidad. También, cuenta con el acuerdo 172 de 2014, que establece el valor de la matrícula para admitidos a programas curriculares de pregrado que se encuentran en situación de discapacidad.
Desde el Programa de Inclusión, trabajan días tras día para garantizar la inserción. Para ello, brindan a los estudiantes herramientas y servicios que les permita tener un buen desempeño y aprendizaje. Mónica Rodríguez, Trabajadora Social y líder del Programa de Inclusión indicó: “Por ejemplo, los y las estudiantes tienen a disposición espacios de reunión de ajustes con los docentes cuando requieran de acomodaciones que favorezcan su buen desarrollo académico. De manera transversal, tienen acceso a los demás servicios del Programa de Acompañamiento a la Vida Universitaria en lo relacionado al acompañamiento académico, manejo del tiempo y atención psicosocial. Además, como entorno de la población con discapacidad tenemos una gran responsabilidad y es garantizar la inclusión día tras día. Para ello, es importante conocer cómo hacerlo en acciones cotidianas en el aula y fuera de ella. Por esto, invitamos a todos los estudiantes a usar espacios de asesoría, de conversación, de reuniones de ajustes razonables y demás espacios dispuestos y existentes, para romper imaginarios y así aportar a un país que no deba hablar de inclusión al no existir exclusión”.
La ruta que un estudiante con discapacidad debe tener en cuenta para recibir acompañamiento es que en primer lugar debe reportar en el proceso de admisión, que tiene algún tipo de condición de discapacidad. Si no lo hizo en ese momento, podrá hacerlo por medio de Bienestar de la facultad a la que pertenezca o directamente en el Programa de inclusión al correo: inclusión_bog@unal.edu.co Luego de haber reportado el caso, puede acudir a los espacios convocados para dar a conocer los beneficios de la política, refrendar su condición de discapacidad en el área de salud de la Universidad y dar a conocer el caso para ver la opción de convocatorias que tienen algún beneficio económico.
No hay límites para lograr los retos: Egresada de la UNAL entre las mejores del mundo y gestora de un entorno cada vez más incluyente y accesible.
Jennifer Cañaveral es una caleña criada en Armenia, apasionada por el diseño, el bienestar y la sociedad. Estudió arquitectura en la Universidad La Gran Colombia de la capital del Quindío y realizó la maestría en Urbanismo en la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, la cual culminó este 2021 y durante su trayectoria académica mantuvo un promedio de 4,3.
“Siempre me gustó el urbanismo, evidenciar los diferentes problemas que tienen las personas con discapacidad para acceder a las ciudades, tienen muchas dificultades en los andenes, mobiliarios urbanos, etc; ya que son ciudades o lugares pensados para personas que no tienen estas condiciones y al ver esto, siempre me llamó la atención enfocarme por la arquitectura y de esta manera ayudar a transformar el mundo y la sociedad. Desde la maestría me he dedicado a desarrollar estrategias para que el mundo sea incluyente y accesible. Con mis estudios entendí también que el tejido social no es más que una representación del tejido urbano, y que es allí en ese entramado complejo, en donde afloran las necesidades más profundas de las comunidades. La arquitectura para mí resulta ser la medicina de las sociedades”, agregó la egresada UNAL.
Jennifer Cañaveral, es una mujer emprendedora, llena de ideas que transmite y comparte un mensaje de crecimiento en diversos escenarios de motivación, liderazgo, empoderamiento femenino y emprendimiento. Ha participado en 35 espacios de conferencia a nivel nacional e internacional. Algunos de éstos son: TEDxBogotá, Think & Talk, Celebrity Master, Web Congress, Diseño Urbano, Diseño de Interiores, entre otros. Adicionalmente, ha viajado a varios países como Estados Unidos, Suecia, Sudáfrica, Dinamarca, Alemania, República Checa, Panamá, México, etc, donde ha podido obtener aprendizajes a nivel personal y le han permitido afianzar el liderazgo que la caracteriza.
Desde que tenía nueve meses una meningitis le generó una pérdida severa y definitiva de la audición. A pesar de esta situación, siempre se enfocó en alcanzar el éxito. Es creyente de Dios y dice que siempre la ha acompañado para superar las dificultades. Sus ganas de salir adelante le permitieron enfocarse a leer los labios de las personas y de esta manera entender lo que le decían. Nunca ha necesitado del lenguaje de señas y esto, le ha permitido poderse comunicar, estudiar y sacar adelante los proyectos académicos como el de estudiar y hacer una maestría.
“Yo no escucho absolutamente nada. Desde bebé, una Meningitis complicada me derivó la pérdida total de la capacidad auditiva y me privó de una realidad a la cual todos estamos acostumbrados. Pero mi madre, otra mujer que enorgullece a nuestra bandera nacional, no vio en esta situación una barrera, y por el contrario, quiso que me preparara poco a poco para volverme valiosa a la sociedad y la forma era transformar las barreras en oportunidades. Aprendí a leer los labios y tuve el apoyo también del Instituto para niños ciegos y sordos de Cali, fue una experiencia fuerte, con bastante resiliencia, perseverancia pero a la vez gratificante”. En el Instituto aprendió a conocer los sonidos por medio de la vibración y así poderse comunicar con otras personas a través de la lectura labio facial. Así cada día era más fácil hacerse entender y comprender lo que le decían los demás.
Jennifer decidió aprender a leerlos labios porque considera que es una herramienta amplia en la comunicación. Dice que el lenguaje de señas es una forma de arte interesante pero que el desarrollo del mismo es limitado, pues no tiene tiempos de pasado y futuro. “Al leer los labios es como si te encontraras un libro animado en el rostro de cada persona. Además de comprender la riqueza de los idiomas y sus palabras, aprendes también a reconocer las sensaciones y emociones en sus expresiones faciales, lo que permite entablar conversaciones de más calidad y cercanas”, agregó.
La trayectoria de Jennifer, le ha permitido escalar en los proyectos y para este 2021 recibió el reconocimiento de la Cámara Junior Internacional, JCI, como una de las jóvenes sobresalientes del mundo 2020-2021. Actualmente, trabaja como arquitecta urbanista, es asesora en este campo para temas de consulta en diseños y proyectos. También es embajadora de las comunidades y ONGS.
Con relación al reconocimiento por la JCI, ésta organización cada año rinde homenaje a jóvenes menores de 40 años, que muestran el espíritu de la misión que manejan y es brindar ejemplos de lo que significa ser un joven líder y emprendedor. En esta ocasión del 2021, Jennifer fue seleccionada dentro de las 10 jóvenes más influyentes del mundo por las muchas habilidades y fortalezas a nivel personal y profesional.
A pesar de su discapacidad auditiva y el tener ciertas herramientas que le han permitido surgir durante el transcurso de su vida, durante el tiempo que cursó la maestría en la UNAL, no vio necesario utilizar en gran medida los servicios del Programa de Inclusión que ofrece la Universidad. “Sólo fue el día de la sustentación virtual para mi trabajo de grado, me encontraba en Suecia y necesité apoyo del Programa de Inclusión para que me ayudaran a traducir virtualmente y así fue, me brindaron todo el apoyo”
Sin embargo, a pesar que ella propiamente no necesitó mucho del Programa, reconoce que la Universidad Nacional de Colombia, cuenta con un Programa de Inclusión robusto, que le ayuda y aporta a los estudiantes con discapacidad, para que cada día se evite la discriminación y exclusión. También indicó, que la UNAL en el futuro puede pensar en rediseñar y mejorar la circulación y la señalización dentro del campus.