“El propósito de este proyecto nació desde el segundo período académico de 2016. Empezamos a hacer estudios de viabilidad para instalar máquinas dispensadoras en el campus y así facilitar y diversificar la oferta alimentaria al interior del campus, especialmente, cubrir la demanda en los edificios que no cuentan con cafetería o comedor cercano”, afirma Constanza Rojas Hernández, Jefe de División de Gestión y Fomento Socioeconómico.

Inicialmente, se instalaron 36 máquinas en algunos edificios como Química, Farmacia, Odontología, Manuel Ancízar, Medicina, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Ciencias Humanas y Hemeroteca, entre otros.  Actualmente se cuenta con 73 máquinas distribuidas en diversos lugares centrales que dan mayor cobertura a la comunidad universitaria, ofreciendo diversidad de productos. Algunas dispensan bebidas calientes, bebidas frías, snacks, jugos naturales y alimentos con opción de calentado, como la que se encuentra en el tercer piso del edificio Uriel Gutiérrez.

Valentina Barrera, estudiante de noveno semestre de Arquitectura, opina que el servicio de máquinas le ha sido útil: “Para mí, la iniciativa ha sido buena y funciona positivamente, ya que en la tarde o noche, cuando salgo de clase ya no encuentro cafeterías abiertas, entonces comprar en las máquinas es una buena opción. Personalmente me gusta la máquina ubicada en la Biblioteca Central porque vende productos saludables”.

El último mes de cada semestre, en la Hemeroteca Central, se habilitan dos máquinas adicionales para los estudiantes que están terminando sus responsabilidades académicas, permitiendo así ahorrarles tiempo en sus desplazamientos y aprovechando la diversidad y oferta en los productos.

La  Universidad cuenta con tres operadores que administran y surten los productos de las máquinas del campus: Clara Lombana, Juan Cubides y Novaventas, los cuales pagan un canon de arrendamiento, que se revierte exclusivamente en la adquisición de implementos deportivos para los estudiantes.

A nivel campus esta iniciativa ha tenido bastante acogida y ha servido para que la comunidad universitaria tenga diversidad de opciones y comodidad a la hora de cubrir su necesidad alimentaria. “Considero que el servicio es oportuno, eficaz y rápido. Me gusta la máquina ubicada en la Facultad de Medicina, porque me queda muy cerca y me brinda variedad”. Afirma María Fernanda Guerrero, estudiante de octavo semestre de Medicina.