Diferentes instancias en la Universidad Nacional de Colombia trabajan desde su óptica por un campus seguro, adecuado y limpio para la comunidad universitaria.
El profesor Francisco Román Campos, docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica y director del Grupo de Investigación de Compatibilidad , opina que la Universidad es un espacio vulnerable a temas de descargas eléctricas, ya que tiene una gran extensión de campos abiertos con gran cantidad de árboles que sugieren un riesgo de amenaza para la comunidad.
“Por ejemplo si nos ubicamos en la calle 53, en las canchas de fútbol no hay ni un solo refugio para la gente en caso de tormenta. Desde mi experiencia y pensando en las soluciones que debemos trabajar para este tema, es que se construyan refugios sencillos que permitan que la gente se resguarde y no haya afectaciones para la salud. De igual forma, propongo que se pueda pensar en alarmas que se instalen en ciertos lugares clave del campus para que avisen cuando hay presencia de tormenta”, afirmó el ingeniero Román.
Con su equipo de trabajo se encuentran censando el comportamiento de la atmósfera para obtener información relevante en la medición de rayos. Así mismo, caracterizando las tormentas que caen sobre la capital del país. Estas cuantificaciones permiten aportar a la comunidad universitaria en soluciones como alarmas y refugios portátiles contra rayos y tormentas. “Al país también le podemos aportar este conocimiento, ya que en pleno siglo XXI y con diversidad de tecnología no deberían existir accidentes de este tipo”.
Por su parte, Ómar Cuervo, coordinador del Comité de Prevención del Riesgo y Atención de la Emergencia, CPRAE, indica que Colombia es un país que por su ubicación geográfica es vulnerable a las tormentas eléctricas. De la misma manera, afirma que en Bogotá se presenta tormenta durante 150 días, lo que representa una locación riesgosa en tema de rayos.
En la actualidad La Universidad cuenta con algunos mecanismos de prevención en caso de descargas eléctricas o tormentas. “Nosotros hemos adelantado campañas de prevención para los miembros de la comunidad. Contamos con estaciones de emergencias por lo menos en un 70% de los edificios”, explica el señor Cuervo, quien añade que en las entradas de los mismos reposan acrílicos con las recomendaciones del caso. “La idea es que ninguna persona circule por campos abiertos, cerca de árboles o estructuras metálicas en tiempos de lluvia para evitar inconvenientes”, afirmó el coordinador del CEPRAE.
Cuervo indicó que la Universidad cuenta con un sistema de emergencias robusto y bien estructurado. Dispone permanentemente de una ambulancia activa y una unidad de rescate equipada frente a cualquier eventualidad. Ofrece un servicio de atención prioritaria con médicos, personal de salud y los protocolos establecidos para situaciones de emergencia.
Los invitados a Campus Amable coinciden en la importancia de tomar conciencia frente a las situaciones de tormenta. “La recomendación general que hago a la comunidad es que actuemos como lo hacen y dicen en Estados Unidos algo así “cuando ruge el trueno busque refugio de inmediato”, recomendó el ingeniero Francisco.
Otra recomendación del profesor es que no se debe estar cerca de los árboles cuando está lloviendo. “Cuando un rayo circula a través de un árbol es como si se hubiera inyectado un voltaje a éste y puede llegar a cien mil, doscientos mil voltios o más, haciendo que las personas que estén cerca sufran una descarga que puede llegar a ser mortal”, concluyó el director del Grupo de Investigación de Compatibilidad Electromagnética.
Ómar Cuervo manifiesta que su equipo de trabajo viene desarrollando capacitaciones sobre el riesgo eléctrico y sobre la toma de conciencia. “Muchos estudiantes prefieren seguir jugando fútbol bajo la inclemencia de la lluvia, ignorando las recomendaciones y las experiencias de jugadores profesionales que han muerto por causa de un rayo durante un encuentro deportivo”.
Explica Cuervo que a finales de marzo se presentan picos en el país en tema de tormentas. “Mi recomendación es buscar resguardo y atender las indicaciones”
Los dos funcionarios, uno experto en rayos y el otro en emergencias, le apuestan desde sus áreas a trabajar en conjunto para hacer de los proyectos de alarmas y refugios en el campus una realidad para el bienestar de toda la comunidad U.N.