La Dirección de Bienestar Universitario de la U.N. por medio de la División de Gestión y Fomento Socioeconómico dentro del marco del proyecto de inversión 2016- 2018, invirtió alrededor de $1.803.554.578 para la realización de diseños y reparaciones locativas en comedores del campus, permitiendo aumentar la capacidad instalada y que los miembros de la comunidad, puedan contar con lugares cómodos y adecuados a la hora de consumir los alimentos.
La División de gestión y Fomento Socioeconómico bajo la normatividad 2674 del Ministerio de Salud establece condiciones mínimas en temas de infraestructura, que deben tener los sitios en donde se producen y distribuyen alimentos. Los espacios deben tener condiciones de accesibilidad, tener ambientes y mobiliarios adecuados que garanticen un buen servicio sanitario y de atención al cliente. Bajo esta premisa, la División desarrolló un trabajo de diagnóstico con la firma Volumen Urbano en donde se empezaron a identificar qué comedores tenían necesidad de intervención y remodelaciones de acuerdo con las necesidades.
La arquitecta y jefe de la División de Gestión y Fomento Socioeconómico, Constanza Rojas Hernández indicó que de acuerdo con el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), del cual se deriva el Plan de Oferta Alimentaria, se pudo realizar un acopio de información en cuanto al estado de las cafeterías y comedores de la U.N y así entrar a observar ventajas y desventajas de planes y proyectos de acción.
“Tuvimos que hacer tres cosas principalmente: Identificar qué comedores requerían de reformas, cuáles son centros de producción y cuáles son satélites. Tuvimos que realizar la parte contractual de las cafeterías e implementar máquinas expendedoras dentro del campus para poder fortalecer la oferta alimentaria. Realmente para nosotros esta oferta es muy importante y trabajamos todo el tiempo para brindar un buen servicio. Nuestro objetivo no es darles opciones de alimentación básica a los estudiantes o a la comunidad, es nutrir a los estudiantes y que cuenten con una gran calidad del servicio de la alimentación en lugares que cumplan los estándares y la normatividad vigente que tiene el Ministerio de Salud”, resaltó la arquitecta.
Con relación a esto, y en materia de comedores, la División ha venido trabajando en los diseños y reparaciones desde hace año y medio. Las remodelaciones más significativas se han realizado en tres comedores: Comedor Central, ubicado debajo del Polideportivo, comedor de Geociencias y el de la Hemeroteca. Así mismo, ocho comedores más del campus, han tenido pequeñas adecuaciones de acuerdo con el plan de obras programado.
Por su parte, Luis Fernando Velandia León, ingeniero civil, contratista e interventor del proyecto de los comedores U.N. resaltó el avance que se ha realizado: “Ha sido un trabajo de tiempo pero se han visto los resultados. Para nosotros es muy gratificante poder trabajar para que la comunidad universitaria encuentre comedores en buen estado y los disfruten, se sientan bien y encuentren lugares renovados”.
Comedores intervenidos
El Comedor Central, se convirtió en un centro de producción, es decir, en un sitio equipado con elementos y zonas para la cocción y preparación de los alimentos. “Se adecuó una gran cocina con cuartos fríos, de conservación y congelación, espacios para la cocción fría y caliente, lugar para residuos y centro de lavado; y se implementaron barreras para acelerar el servicio. Así mismo, se instalaron bombillas tipo led garantizando los criterios de uniformidad y buena iluminación en este espacio”, indicó el ingeniero Velandia.
Con las adecuaciones que se han realizado en este lugar, se espera garantizar una mejor cobertura en el servicio alimentario para la comunidad de la Sede. En 2017 el Comedor Central hacía una producción diaria de 200 almuerzos en promedio, con estas obras físicas, se quiere aumentar la producción diaria a 2000 almuerzos. Así mismo, se proyecta mejorar la capacidad instalada, para atender 700 personas sentadas en tres momentos o ciclos diferentes prestando un servicio más óptimo y adecuado para nuestros estudiantes, señaló la arquitecta Rojas.
En el edificio de Geociencias, hubo renovaciones: la cafetería se convirtió en un comedor satelital, es decir, en un espacio de venta y distribución de alimentos que hoy en día funciona para tener 54 personas sentadas por turno. El ingeniero Velandia reportó adecuaciones en los procesos de distribución que deben cumplir con el objetivo de la optimización del espacio: “Un comedor no puede ser un lugar donde se crucen procesos alimenticios o residuos. Se instalaron barreras físicas en Geociencias, para evitar la contaminación cruzada, beneficiando los tiempos de producción y consumo de nuestros estudiantes y visitantes.” Así mismo, se montó una línea de servicio para distribuir los alimentos manteniendo la temperatura adecuada para servirlos; es decir, que estén alrededor de 53 a 57 grados en promedio”, aclaró el ingeniero.
Adicionalmente, en la zona externa de este comedor se instalaron dos parasoles con capacidad para 32 personas sentadas por ciclo. El comedor tiene capacidad para ocho periodos diarios, dando cobertura alrededor de 250 personas en zonas exteriores.
Otro espacio que se encuentra actualmente en remodelación, es el comedor de la Hemeroteca. “Se están reemplazando los pisos que eran de granito, por un material antideslizante; se está instalando un cuarto frío, y haciendo divisiones en el espacio para no mezclar los procesos de los alimentos”. Así mismo, se está recuperando la iluminación natural y haciendo adecuaciones en el cielo raso, un trabajo que también se adelanta en el techo del comedor del campus Santa Rosa, donde queda el servicio de salud para estudiantes”, indicó Velandia.
De igual manera, y de acuerdo con el plan de obras, se hicieron adecuaciones menores en otros espacios para el servicio alimentario: comedor de Odontología, Biología, caseta de Matemáticas y comedor de Ciencias Agrarias. “Allí, lo que hemos realizado son cambios en baldosas que se han caído, revisión de tomas de la luz que no están en buen estado, o de grifos, entre otras cosas”, añadió Velandia.
Por otra parte, algunos comedores tendrán nuevas sillas y mesas, como el de Ciencias Agrarias y la Hemeroteca. Adicionalmente, se adquirieron 13 hornos microondas de tipo industrial para quienes calientan sus almuerzos, ya que estos resisten hasta mil ciclos al día y estarán en funcionamiento en el mes de noviembre.
Entre tanto, desde la División de Fomento Socioeconómico de Bienestar, se recomienda a los estudiantes y en general a toda la comunidad universitaria, el cuidado del mobiliario y los espacios puestos en funcionamiento, ya que son destinados para la comodidad y bienestar de toda la comunidad. “Queremos que sepan que la Universidad invierte para el bienestar de todos. Por ello, todos debemos cuidar los equipos y el mobiliario que tenemos en los diferentes comedores para que puedan servir por mucho tiempo y porque es un patrimonio para el uso y el disfrute de todos”, enfatizó el profesional.
Por su parte, la arquitecta Constanza Rojas destacó el beneficio que esto representa para el bienestar de la comunidad universitaria. “La Dirección de Bienestar tiene la responsabilidad del cuidado y uso de los lugares donde se produce y venden los alimentos en el campus, como son: los kioscos, las cafeterías y los comedores, entre otros. Por ello, trabajamos a diario para garantizar un buen servicio, calidad y diversidad de alimentos. Estamos adecuando los lugares y comedores cumpliendo los protocolos de seguridad y calidad alimentaria”. Invita a los estudiantes a preocuparse por su salud y evitar comprar en espacios públicos alimentos que no están en condiciones adecuadas. “La U.N. está comprometida con generar espacios adecuados para brindar una alimentación de calidad y de sana convivencia, donde se pueda compartir y disfrutar un buen momento disfrutando de comida saludable”.