En la U.N. hay estudiantes con discapacidad auditiva, visual, intelectual, sicosocial y física. El equipo de profesionales de la División de Acompañamiento Integral de la Dirección de Bienestar Universitario, realiza un análisis de cada estudiante, desde que ingresa a la Universidad, para determinar cómo se encuentra su discapacidad, en el caso de que la tenga. Así mismo, hacen un diagnóstico de necesidades para identificar las herramientas de accesibilidad física y digital que requiere, de acuerdo con su ritmo de aprendizaje y de esta manera, poder garantizar una permanencia y una constancia en su proceso de académico.

Mónica Rodríguez Vargas, trabajadora social, integrante de la Línea de Inclusión y Discapacidad, señala que desde su trabajo se apoya en el proceso que lleva la Dirección de Ordenamiento y Desarrollo Físico de la Universidad en cuanto a la realización de informes y notificaciones pendientes en materia de: estado de las rampas, diseño universal, y temas digitales, entre otras, para ayudar a garantizar mejoras destinadas los estudiantes.

Desde 2017 la Universidad ha venido adquiriendo equipo y material adaptado, como plantillas plásticas del sistema nervioso y genogramas, computadores, diademas de audio y grabadoras digitales para la Sala Incluyente ubicada en la Biblioteca Central, con el fin de facilitar a las personas ciegas o con baja visión, un mejor acceso a la información digital. Así mismo, se han instalado 391 unidades de señalética en Braille en distintos edificios y  290 licencias de Jaws y Magic, las cuales fueron otorgadas por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia.

Adicionalmente, y teniendo en cuenta la diversidad de población con discapacidad en la Universidad, los profesionales del área de Acompañamiento han realizado capacitación a docentes sobre cómo deben aplicar ciertas metodologías, pedagogías y sistemas de evaluación, con el fin de apoyar y orientar de una manera adecuada el aprendizaje de los estudiantes con algunas limitaciones.

En la actualidad, la U.N. destina un presupuesto para que los estudiantes con discapacidad auditiva cuenten con el apoyo de intérpretes o traductores para que participen en las aulas de clase, y les interpreten los contenidos de la materia que corresponda.

De igual forma, el equipo de Acompañamiento integral se capacita en lenguaje de señas, para garantizar un servicio completo a los estudiantes y poder gestionar soluciones ante sus necesidades.

Por otra parte, dentro del programa Proyección profesional y preparación para el cambio, se está trabajando con egresados que presentan algún tipo de inhabilidad, para conocer el proceso de vinculación laboral que tienen y analizar su campo de acción. “Se han realizado sondeos a nivel distrital con entidades que fomentan la inclusión laboral y acercamientos con entidades a nivel estatal y distrital, como la Contraloría e Ideartes, para conocer oportunidades de inclusión laboral, que puedan ofertarse a nuestros estudiantes”, expresó la trabajadora social.

Por medio del Área de Acompañamiento, la U.N. ha venido adelantando un diagnóstico acerca de qué espacios físicos del campus requieren o deberían tener algunos ajustes, para facilitar una mayor comodidad y desplazamiento de los estudiantes con discapacidad. Este análisis se ha adelantando gracias al aporte técnico y profesional del Instituto Nacional de Ciegos (INCI) y el Icontec.

Para el futuro

La Universidad está gestionando la compra de impresoras en Braille, que se refiere a un sistema de lectura y escritura táctil para personas ciegas, y de tele lupas para facilitarles el proceso de aprendizaje a muchos estudiantes con limitaciones visuales.

Otra iniciativa que se está gestionando para la población con discapacidad es la creación de un diccionario académico en lenguaje de señas, que se publicará en la página de Bienestar Universitario Nacional y de Sede, cuyo objetivo es facilitarle a las personas con discapacidad auditiva un lenguaje técnico entendible para ellos, en distintas disciplinas del saber.

La Universidad entiende la importancia de hacer un campus accesible para todos; por esta razón programa actividades deportivas y culturales que permitan la participación de personas con y sin discapacidad, fomentando así la inclusión de toda la comunidad universitaria. La trabajadora Mónica Rodríguez, enfatiza en la importancia de seguir creciendo en un trato humanizado hacia las otras personas, especialmente hacia quienes presentan algún tipo de discapacidad. “Todos somos seres humanos, antes de tener una limitación y los invito a seguir compartiendo y generando espacios de inclusión para que de esta forma, se continúe aportando al país y a nuestras propias vidas por medio de la interrelación y el aprendizaje mutuo”.

 Redacción: NRP