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Zonas cardio protegidas en la U.N. una forma de ayudar a salvar vidas

29 de marzo de 2019

La Fundación Colombiana del Corazón en el segundo semestre de 2018, reportó que 60.000 personas en promedio mueren al año por enfermedades cardiacas, siendo ésta, la causa principal de mortalidad en el mundo. Este año, la Dirección de Bienestar de la Sede Bogotá, invirtió cerca de $42.300.000 en la compra e instalación de nueve zonas cardio- protegidas dentro del Campus, para que la comunidad universitaria cuente con los instrumentos biomédicos que puedan auxiliar a las personas en momentos de emergencia y hasta salvarles la vida.

La Ley 1831 de 2017, obliga a las instituciones, empresas y entidades gubernamentales a contar con los debidos protocolos, procedimientos, recursos y personal capacitado para atender situaciones de emergencia de casos cardio-respiratorios. Omar Cuervo Hernández, profesional del Comité de Prevención del Riesgo y Atención de la Emergencia (CPRAE) de la U.N. indicó que aparte de cumplir con esta Ley establecida por el Gobierno, la Universidad tiene muy presente que, muchas veces, los fallecimientos ocurren por la ausencia de equipos especiales que pueden evitar muertes cuando se presentan paros cardiacos. Esta aseveración, por cuanto hace algunos años en las instalaciones de la U.N., se presentó un fallecimiento a causa de un paro cardiorespiratorio, sin poderlo evitar por no contar con desfibriladores y zonas cardio protegidas.

Éstas ayudas se encuentran en lugares visibles y de acceso fácil y rápido para las personas, no tienen restricción de horario, constan de una cápsula que tiene tapa de color rojo y verde donde están los pasos a seguir y los números de contacto en caso de emergencia.  En el interior, están los elementos básicos de primeros auxilios, como: botiquín, chalecos, cinta de balizaje, guantes, linternas, megáfono, entre otras cosas. A un costado de la cápsula, se encuentra una camilla y al otro lado, una caja color rojo donde reposa el desfibrilador, equipo biomédico automático de fácil manejo que tiene como función equilibrar y restablecer el ritmo cardiaco de una persona por medio de descargas eléctricas.

La instalación de las dos primeras franjas de emergencia para paradas cardiacas dentro del campus  U.N. fue en la Facultad de Medicina hace aproximadamente dos años y en Unisalud hace cuatro meses. Posteriormente, la Universidad ha venido incorporando en los últimos días siete nuevas zonas ubicadas en el primer nivel del Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas, Auditorio León de Greiff, Facultad de Ciencias Económicas, Facultad de Ingeniería edificio 401, Genética, Facultad de Enfermería en el edificio 228 y en el Centro de Atención en Salud Estudiantil (CASE ). Estas zonas quedarán al servicio de la comunidad a partir del finales de marzo.

Cuando se presenta una parada cardiaca por problemas eléctricos del corazón, actuar rápidamente es una ventaja para el paciente, ya que se tiene establecido que por cada minuto que transcurre después de un paro cardiaco y no se preste la atención inmediata de primeros auxilios, se disminuye en un 10 por ciento la posibilidad de sobrevivir.

“Es muy importante para la División de Salud saber que ya contamos con diferentes zonas cardio protegidas que están a disposición de la comunidad y que ante una emergencia de este tipo podemos actuar rápido y eficientemente. Es claro, que cualquiera de nosotros puede salvar la vida de una persona que puede presentar un ataque cardiaco si tiene a la mano un desfibrilador”, expresó el doctor Fabián Hernández Burgos, Jefe de la División de Salud de Bienestar Universitario. 

En materia de capacitación, el personal de emergencias CPRAE y de salud de la Universidad, cuenta con la formación en soporte vital y soporte vital avanzado que consiste en saber técnicas y tratamientos de emergencia en una situación de urgencia médica, que permitan evaluar al paciente y realizar el procedimiento de desfibrilación brindando el manejo adecuado para remisión y hospitalización, si es el caso. Adicionalmente, en la U.N. no sólo se capacita el personal de las áreas involucradas en salud, sino también a las personas que quieran y puedan aprender para ayudar frente a situaciones de este tipo.

“Nuestra misión es estar preparados para cubrir emergencias, siempre estamos muy atentos ante cualquier eventualidad y así ayudar a la comunidad, nos preocupamos porque gran parte del personal esté capacitado y tenga los cursos respectivos vigentes para que podamos brindar un excelente servicio”, expresó Hernández Burgos.

Es importante que la comunidad tenga en cuenta que en caso de presentarse una emergencia cardiaca se recomienda llamar a las líneas: 123 o extensión 88888, y allí reportar el caso; luego, la persona que esté cerca de la emergencia, puede, mientras llega el personal capacitado, proceder a valorar al paciente, sacar el desfibrilador de la caja donde se encuentra y seguir las instrucciones allí registradas. Una vez arribe el personal de emergencias de la U.N., éste actuará en el lugar, dando uso al desfibrilador, si es necesario con descarga eléctrica en el corazón de la persona; y de esta manera, procederá a hacer el debido traslado al hospital más cercano. 

La División de Salud tiene proyectado para un mediano plazo, aumentar las zonas cardio protegidas en otros lugares del campus para reducir los tiempos de atención y mitigar el riesgo de muerte. Por esto, invitan a la comunidad universitaria a generar conciencia y evaluar la posibilidad de capacitarse con emergencias CPRAE para contar con más personal que puede aportar frente a una emergencia de este tipo. Hay que tener en cuenta que en las manos de cada persona puede estar la posibilidad de salvar una vida.

Redacción: NRP 

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