La lucha contra la violencia a la mujer, es un tema que no solo afecta a Colombia sino a muchos países del mundo entero. En el marco del Tercer Congreso Internacional Mujer y Poder 2019 realizado el pasado 3 y 4 de octubre en la U.N. Sede Bogotá y organizado por el Proyecto de Equidad de Género de la Dirección de Bienestar, se analizaron diversas causas y razones de la violencia contra la mujer en el caso México- Colombia, dos naciones que son fuertemente afectadas por este fenómeno.
Patricia Galeana Herrera, embajadora de México en Colombia y una de las ponentes del Congreso Mujer y Poder 2019, explicó que aunque Colombia y México, son distintos, comparten en algunos aspectos a nivel cultural, las causas de estas violencias.
En momentos de guerra se incrementa la violencia al interior de las familias y la violencia generalizada en la mayoría de casos oculta la violencia de género. En el caso colombiano, por más de 50 años se ha hablado de conflicto armado, pero ahora en el marco de la consolidación del proceso de paz se pueden palpar claramente los casos de violencia de género que desde hace años existían, pero a la vez, ha servido para mostrar la manera como las mujeres en la actualidad, están dispuestas y trabajan cada vez más, para eliminar la violencia de género y ser constructoras de paz para defenderse.
“Las raíces culturales, históricas y de problemáticas socioeconómicas son parte de la consecuencia del desarrollo de violencia no justificable. México y Colombia por ejemplo, son naciones patriarcales, regidas por ideas religiosas, que padecen violencia desde el narcotráfico y que a través de la historia han visto a las mujeres como personas sumisas, abnegadas y sin igualdad de derechos”.
El machismo es una causa principal de violencia contra la mujer, explica la embajadora. En México por ejemplo, la cultura es que la gente subsiste a los atavismos patriarcales que consideran que el hombre es el que manda y la mujer obedece. Cuando la mujer no obedece es donde viene la violencia y esto, es lo que ha llevado al incremento de feminicidios. “No hemos logrado el cambio cultural que respete a la persona independientemente de su sexo o cualquier otra condición” agregó.
México y Colombia, así como otros países siguen catalogando a la mujer como la servidora del hombre, y esto se mantiene porque el machismo proviene desde la misma casa donde a la niña le obligan a atender a su papá o hermano y servirles a la mesa, porque ellos por ser hombres no lo pueden hacer. Así mismo, se evidencia cuando a las niñas desde pequeñas se les obsequia una cocina de juguete como símbolo que desde temprana edad, son ellas las que son escogidas para los quehaceres del hogar, explica la embajadora.
Adicionalmente, la mayor violencia que sufren las mujeres en todas las partes del mundo es el acoso y el abuso sexual, puesto que siempre se ha considerado que el hombre puede hacer uso del cuerpo de la mujer, como si fuera objeto de su propiedad. Con relación a esto, según ONU MUJERES indicó que hasta el 70% de las mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental durante su vida.
A la hora de hablar de feminicidios, México y Colombia reportan un alto índice. En México existen alrededor de 119.530.753 habitantes y en promedio se reportan 2.500 feminicidios al año. En Colombia, según la Fiscalía General de la Nación, entre enero y junio de 2018 se registraron 10.328 casos de violencia, indicando que alrededor de 57 mujeres son atacadas diariamente.
Otro aspecto de violencia y maltrato es la inequidad de las mujeres que existe en el campo académico, laboral e investigativo. “Aunque actualmente en la mayor parte de las áreas del conocimiento, las mujeres estudian carreras que en su momento solo cursaban los hombres, en México, por ejemplo, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que era una carrera tradicionalmente masculina, ahora es mayoritariamente de mujeres; sin embargo, cuando se llega al campo laboral, se le impide a las mujeres llegar a cargos directivos”. Las cifras así lo demuestran: De 41 universidades públicas, solo 5 en México son dirigidas por una mujer. En Colombia de 31 universidades públicas, solo dos están encabezadas por una mujer, la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca y la Universidad Nacional de Colombia, agregó Galeana.
Sin embargo, el maltrato se sigue dando también a nivel de percepción y valoración. “Hay muchos personajes que atentan contra la mujer, como por ejemplo, James Damore, ingeniero de Google, quien consideró que las mujeres no tienen capacidad para la informática, pues aún existe la idea que el hombre es más inteligente que la mujer” expresó la emabajadora.
A la hora de identificar algunos aspectos que hay que trabajar para hacer que cada día este fenómeno disminuya, la funcionaria Galeana, señala que aunque en la actualidad, se imparte justicia aplicando la ley para sancionar al feminicida y agresor, lo que se requiere con urgencia es tener un marco jurídico adecuado y que éste se conozca y se cumpla. De igual modo, crear políticas públicas afirmativas y generar una nueva cultura de respeto a los derechos humanos de todas las personas, a través de la educación formal e informal desde preescolar hasta posgrado.
Otra forma de ayudar a que las mujeres víctimas de violencia puedan salir de esa situación y de ser víctimas de feminicidios, es romper con el círculo patológico y que reciban apoyo total por parte de sus familiares, amigos y la sociedad en su conjunto, puesto que por sí solas no es fácil salir de un círculo vicioso donde en la mayoría de los casos son atrapadas por sus parejas, quienes empiezan con violencia sicológica, luego física y terminan con la reconciliación y la relación sexual, afectando su integridad, respeto y amor propio.
El cambio debe ser compartido por ambas parte, explica: “Es muy importante que no solo las mujeres cambien de mentalidad sino también los hombres, ya que los machos golpeadores fueron criados por mujeres que así los formaron; por ende, el cambio y la transformación es un tema cultural que le compete a toda una sociedad”.
Frente a los mecanismos preventivos a los que se puede acudir en caso de violencia dependen de la normatividad de cada país. En el caso colombiano, si usted es víctima de maltrato y abuso sexual puede acudir a diversas instituciones del Distrito y la Secretaría Social. En Bogotá puede dirigirse a las 21 comisarías de familia diurnas con horario de 7:00 a.m a 4:00 p.m y a las comisarias de familia ubicadas en las localidades de Engativá y los Mártires que atienden 24 horas.
Si usted es mujer, mayor de 18 años y necesita ayuda frente a casos de violencia comuníquese a la línea púrpura 018000112137. De igual modo, si su vida integral y libertad está en peligro se puede comunicar a la línea gratuita 155. Si necesita orientación sicológica puede llamar a la línea 106 de la Secretaría de Salud. Si requiere denunciar los delitos de violencia intrafamiliar y abuso sexual comuníquese a la línea 122.
Para la experta, las mujeres deben empoderarse de sí mismas y eso implica un cambio en su mentalidad. Fueron educadas por siglos para servir y obedecer al hombre. Un aspecto fundamental de ese empoderamiento es el que puedan decidir por su propio cuerpo, sean respetadas, denuncien, decidan por su maternidad y logren alcanzar cargos, espacios y oportunidades de reconocimiento.