La Facultad de Ciencias Humanas y la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia, realizaron recientemente un encuentro de reflexión por medio de diversas charlas y paneles con la participación de mujeres empoderadas que trabajan por los derechos de su género, dejando una reflexión de vida sobre su papel y el reconocimiento de estos.
En el marco del mes de la mujer, el intercambio de ideas acerca de las vivencias que tienen las colombianas en diversas temáticas, fue la base de reflexión de muchas conferencias realizadas en la Universidad. Particularmente, “Hacia un mundo posible para las mujeres” tuvo tres panelistas que abordaron espacios de conversación acerca de la importancia de fortalecer el verdadero concepto de democracia, el derecho que las mujeres decidan por su propio cuerpo y la falta de conocimientos por parte de los estamentos públicos y de las propias mujeres en temas de derechos.
Hacia una democracia que cumpla sus promesas con las mujeres
La expositora Ligia Galvis, abogada, doctora en filosofía y docente universitaria expresó que con el correr de los años, muchas mujeres del país han vivido tiempos difíciles y sin mayores posibilidades. A la hora de analizar el estado de la democracia colombiana la catalogó como disfuncional y sin verdaderos sujetos democráticos; ya que las mujeres han actuado en marcos de sumisión y obediencia dejando de lado herramientas que les permitan construir una democracia para la libertad.
“El primer requisito para vivir en libertad y autonomía es la auto regulación, que consiste en hacer una reflexión íntima de los aspectos irregulares y generarles solución”, expresó la abogada. Del mismo modo, indicó que la desigualdad hace que no exista democracia en un país y esto a su vez, produce que las mujeres no participen en estructuras de poder que les permitan tener mayor reconocimiento.
Con relación a la situación en América Latina, se evidencias inseguridades y desigualdades. Colombia vive en situaciones diarias de inequidad y pocas oportunidades para las mujeres con respecto a los salarios y a las opciones laborales, en comparación con los hombres. Por esto, a manera de solución, la abogada propuso que en nuestro país, las mujeres y los hombres deberían vivir y desarrollarse en diversos roles con criterios de autorregulación y conciencias autónomas. Esto, aplica también, en la equidad en los tiempos, oficios de la casa y actividades de ocio, producción y diversión.
La autonomía es la base para obtener libertad en varios escenarios. En la actualidad, la sociedad colombiana vive en conflictos y sumisión dentro de los hogares. Los niños perciben cómo existen temas de imposición dentro de las familias y esto genera relaciones de sentimientos dañinos que resultan en celos, violencia y feminicidios.
“El enemigo por excelencia de la democracia es la guerra en el escenario de las familias. Por esto, lo más importante es invertir en la democracia de los sentimientos, que se refiere a la igualdad, dignidad, libertad, responsabilidad y autonomía que se ve desde la casa hacia la sociedad”, añadió Galvis.
Una causa justa para el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo
Otra de las temáticas abordadas en el panel fue acerca del trabajo que se viene desarrollando desde LA MESA por la Vida y la Salud de las Mujeres, en materia de la despenalización del aborto y la autonomía reproductiva de las mismas en el país.
Juliana Martínez, funcionaria de la entidad, explicó que desde 1998 trabajan en búsqueda de la despenalización total del aborto, dado que hoy en día a pesar de que esté autorizado de manera parcial, se siguen presentando casos, en diversos municipios del país, de mujeres en condiciones de precariedad económica, quienes no tienen fácil acceso al sistema de salud y se siguen practicando abortos fuera del sistema legal poniendo en riesgo su propia vida.
De acuerdo con una investigación realizada en 2017, la entidad indicó que sólo en ciudades como Bogotá, Medellín y Tuluá se puede acceder a un aborto teniendo en cuenta las causas parciales para practicarlo, si es por violación, si el feto tiene alguna deformación o si pone en peligro la vida de la madre. En muchos centros médicos del país el servicio es arbitrario y limitado, por esto, LA MESA por la Vida y Salud de las Mujeres, trabaja por “defender su derecho a la hora de interrumpir voluntariamente su embarazo, porque consideran que son dueñas de su propio cuerpo y tienen la libertad de decidir sin nada que las limite”.
“Sabemos que para lograr la despenalización parcial del aborto tuvimos que trabajar mucho y que para lograr que esto suceda de manera total, se va a requerir de tiempo, pero pensamos que las mujeres tienen el derecho total a de decidir sobre su cuerpo", añadió la funcionaria.
Discriminación jurídica y administrativa de las mujeres
La panelista Jimena Castilla, anarco feminista y abogada planteó que uno de los inconvenientes más notables es que existe poca educación por parte de los trabajadores públicos a la hora de atender a un usuario en materia de leyes y normatividad. De igual modo, las mujeres deben conocer e identificar las leyes que les cobijan y hacerlas cumplir, ya que por desinformación, sus derechos pueden ser vulnerados y hasta sufrir maltratos y humillaciones.
“Uno de los mayores problemas que tenemos en este país es la ignorancia de los derechos. En estamentos como fiscalías y comisarías, definen a las mujeres como “locas” porque atender mal al usuario en dichas entidades es una constante. Les preguntan en qué les pueden colaborar, cuando ellos por deber tienen que atender al usuario y velar por darle un servicio digno, respetuoso y eficiente”, expresó Castilla.
La mala actitud de los funcionarios y la ignorancia de los usuarios en materia de leyes es un problema agudo en Colombia. Por ejemplo, agregó: “hay mujeres que no saben que si son agredidas, la Ley 1257 las cobija para que no tengan ningún tipo de contacto con el causante del hecho. En alguna ocasión vi cómo, ni la fiscal encargada, ni la mujer vulnerada, sabían aplicar la Ley y lo que hicieron fue expedir unos boletos de citación con la presencia del agresor. Eso es ignorancia”, indicó la abogada.
Una mujer debe saber que cuando ha sido abusada o irrespetada y va a poner un denuncio no tiene que permitir que se justifique el hecho con preguntas relacionadas con su forma de vestir o de actuar: si iba en falda, si caminaba en las horas de la noche... Hay suficiente jurisprudencia en Colombia donde se indica que la conducta sexual anterior o posterior del hecho no tiene nada que ver con la investigación que se adelanta. Por esto, en muchos casos la persona debe identificar a qué tiene derecho de no contestar.
A modo de conclusión, la abogada Castilla indicó que la educación es un factor fundamental que se debe implantar en los funcionarios que están prestando servicios públicos y administrativos, ya que las mujeres colombianas a diario son víctimas de maltrato y displicencia. “Nosotras debemos educarnos también para saber cuáles son las leyes que nos cobijan y las rutas de atención que se deben tener en cuenta, no podemos permitir más violencia que venga de entidades del propio Gobierno”, indicó la panelista.
Línea de atención LA MESA por la Vida y Salud de las mujeres: 3202733179
Línea Púrpura Distrital Gratuita: 018000112137
Línea de equidad – Área de Acompañamiento Integral: Extensión 17209
Redacción: NRP