Conversamos con tres liderazgos clave detrás de Caminos del Cuidado, una estrategia de la Dirección de Bienestar Universitario que propone nuevas formas de habitar la Universidad Nacional de Colombia desde el arte, el cuerpo, las emociones, el deporte y la actividad física y la comunidad. Nos contaron cómo se construye bienestar desde sus áreas y por qué esta propuesta ha empezado a dejar huella en el campus.
En Plural (EP)
: ¿Qué es el cuidado y cómo lo entienden desde sus áreas?
Zulma Camargo, jefedel área de Acompañamiento Integral (ZC)
: El cuidado es un eje fundamental de la vida universitaria. Va más allá de recibir servicios; nos prepara con habilidades para la vida diaria, capacidades de afrontamiento, transformación, análisis y acción colectiva. Retomamos el enfoque del Sistema Nacional de Cuidado, que lo define como una dimensión central del bienestar y del desarrollo humano.
Nicolás Zorro, jefa del área de Cultura (NZ)
: Desde cultura entendemos el cuidado en dos dimensiones: el cuidado de sí, que implica autoconciencia a través de prácticas artísticas que nos permiten tramitar lo que sentimos; y el cuidado colectivo, que busca crear redes de apoyo y fortalecer el tejido social a través del encuentro.
Erica Mancera, jefa del área de Actividad Física y Deporte (EM)
: El cuidado, para nosotros, es promover hábitos de vida saludables, más allá del ejercicio. Significa tener salud física, emocional, mental y social a lo largo de la vida. Enseñamos a valorar el bienestar de forma integral, entendiendo que cada persona tiene necesidades distintas”.
EP:
¿Qué es la estrategia Caminos del Cuidado y cómo nace?
NZ:
Surgió como una necesidad de repensar el campus desde lo sensible, desde lo artístico, lo lúdico y lo académico. Queríamos que los espacios universitarios pudieran resignificarse como lugares seguros, que permitan encuentros significativos y que fortalezcan el sentido de comunidad.
EM:
Es una estrategia integral y con una filosofía holística. A través de acciones en cultura, deporte, autocuidado y salud, busca promover el cuidado de los estudiantes, funcionarios y de toda la comunidad universitaria. Es una estrategia para la vida, para la sana convivencia y para disfrutar los espacios que tenemos en la UNAL.
ZC:
Caminos del Cuidado invita a reconocernos desde la diferencia para la sana convivencia. Nos recuerda que la vida universitaria no solo tiene componentes académicos, también personales, laborales e interpersonales que influyen en nuestra formación integral.
EP:
¿Qué tipo de actividades se realizan dentro de la estrategia desde el área que usted lidera?
NZ:
Desde cultura, trabajamos en dos líneas: clases abiertas de danza, teatro y música, y activaciones con dispositivos sensibles que invitan a reflexionar sobre identidad, diversidad y bienestar. Además, volcamos nuestra agenda cultural mensual para fortalecer esta estrategia.
EM
: Hemos integrado prácticas como rumba aeróbica (encuentros Vitalízate), tamizajes de condición física (Siguiendo tu medida), calistenia, juegos tradicionales como rana y bolirana, y clubes deportivos con enfoque de género como la Franja Violeta. Son espacios pensados para el bienestar, la integración y el reconocimiento del otro.
ZC:
En Acompañamiento Integral desarrollamos juegos de habilidades sociales, resolución de conflictos, acciones colectivas para el buen vivir, gestión emocional y alianzas con entidades del distrito para ampliar la red de apoyo a la comunidad universitaria.
EP:
¿A quiénes está dirigida esta estrategia?
ZC:
A toda la comunidad universitaria: estudiantes, docentes, administrativos y también egresados. Las actividades están pensadas para todas las personas que habitan o transitan el campus.
EM:
Sí, incluso para quienes nos visitan. Queremos que se lleven una buena experiencia y una imagen positiva de la universidad. Estos espacios son para todas las personas que forman parte de esta comunidad.
EP:
¿Cómo contribuye Caminos del Cuidado a la apropiación del campus?
NZ:
Cuando me siento parte de un espacio, lo cuido. Esa es la lógica. Y lo hemos visto con colectivos que se apropian de lugares como la carpa 103 y los resignifican desde su práctica artística. Eso también es cuidado del campus.
EM:
Los espacios cobran sentido cuando se usan para el encuentro. Hacer actividades en lugares como el estadio, la Plaza Central o la sala de fuerza les da valor simbólico, histórico y afectivo. Promueve el respeto y la identidad con el campus.
ZC:
Permite habitar el campus de otra manera, acercarnos a lo cotidiano de las personas y conectar con sus intereses. Eso fortalece el vínculo entre comunidad y territorio.
EP:
¿Qué ha cambiado desde que inició la estrategia?
NZ:
Al principio era solo una apuesta de Bienestar. Hoy hay más aliados institucionales y facultades involucradas. Hemos logrado articular esfuerzos y expandir el alcance de la estrategia.
EM:
Ya la comunidad identifica Caminos del Cuidado con los parches de actividad física, con el movimiento. Hemos ganado en acogida y participación. El reto ahora es hacer una evaluación más objetiva del impacto que ha tenido.
EP:
¿Por qué es importante esta estrategia para la universidad?
ZC:
Porque nos ha puesto a pensar en un objetivo más allá de lo académico: la formación integral. Además, nos muestra que quienes hacemos parte de la universidad no solo somos beneficiarios, también podemos ser promotores del cuidado.
EM:
Es importante porque genera bienestar, sentido de pertenencia, solidaridad, integración y autoestima. Forma habilidades para la vida que se traducen en cuidado individual, colectivo y del campus.
NZ:
Porque pone en el centro la experiencia universitaria. Ser parte de la UNAL no es solo ir a clase: también es convivir, construir redes y reconocernos como comunidad.