Adquirir conciencia del consumo de alimentos adecuados se convierte en una tarea compleja. Alimentarse de forma balanceada y en las cantidades específicas es una responsabilidad que los adultos deben manejar, tanto para su salud como para la de los niños. En Plural dialogó con la profesora Sara Eloisa del Castillo Matamoros, directora del Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsan) de la UN, quien nos orienta sobre la importancia de mantener una alimentación adecuada.
En Plural: ¿Qué se entiende por una buena nutrición?
Sara Eloisa del Castillo Matamoros: Una buena nutrición se entiende en primer momento como la manera en que una persona cuenta con una buena salud física y mental, acompañada del consumo de cantidades adecuadas de alimentos para su edad y para sus demandas energéticas de trabajo y actividad física.
Una buena nutrición es mantener adecuados hábitos alimentarios y nutricionales, comer balanceado e incluir todos los grupos de alimentos sin exceder aquellos que se consideran riesgosos para la salud como las harinas, grasas, alimentos procesados y azúcares.
Nutrirse bien es conservar una armonía con el ambiente e interactuar con los alimentos para un consumo responsable.
E.P.: ¿Cuáles son las carencias nutricionales que más afecta a los niños?
SECM.: En Colombia, aún no se ha saldado la deuda con la problemática nutricional de niños en lo que refiere a carencia de micronutrientes llamadas coloquialmente “hambre oculta”. Nuestros niños presentan deficiencias en hierro, vitamina A, y calcio y ello conlleva a la anemia y otros trastornos preocupantes en esta población. Lo que aterra es que en un país como el nuestro, que tiene como solventar estas necesidades, persistan las fallas. Como lo indican las últimas encuestas mantenemos esas carencias como las más críticas para la salud infantil.
Es importante decir que en términos globales, Colombia abarca una problemática de nutrición tanto del exceso como del defecto. El país se encuentra en crisis en materia de nutrición en la población de niños escolares. Hay sobrepeso, hay obesidad arriesgando la vida de los pequeños y llevándolos a enfermedades cardiovasculares en edades posteriores.
E.P.: ¿Por qué y en qué edades puntuales a los niños no les gusta comer?
SECM.: Realmente los padres tienen dificultades con aquellos niños mayores de dos años para afiancen procesos de alimentación adecuados. Hay rechazos particulares a cierto tipo de alimentos.
A veces las madres de familia, en los colegios se plantea que los niños a esas edades no le gusta el huevo, la leche, por ejemplo, pero esto, está definido por la construcción de los hábitos alimentarios desde pequeños. Cuando el niño empieza a consumir alimentos diferentes a la leche materna, después de los seis meses como debe ser, hay un ejercicio educativo cotidiano que deben hacer las familias y es el de incorporar de manera importante alimentos de diferentes texturas y características.
E.P.: ¿Qué cantidades específicas deben consumir los niños?
SECM: No hay una respuesta estándar que se pueda dar acerca de esto. Hay cantidades que dependen de la edad y muchas veces si es niña o niño. Así mismo, se analiza el momento del desarrollo.
Una dieta balanceada debe incluir todos los grupos de alimentos, especialmente los ricos en proteínas, lácteos y carbohidratos, en cantidades adecuadas, que deben estar por ejemplo en el desayuno. Las proteínas, las verduras y las frutas son importantes en el almuerzo y en las noches disminuyen las porciones y proporciones. En los niños más pequeños se habla de comidas intermedias, es decir, alimentos saludables en onces y media mañana.
En general, para toda la población, es importante preparar y consumir comidas adecuadas para sentir el bienestar en nuestro cuerpo y la conciencia del consumo saludable de los alimentos.
E.P.: ¿Qué tipo de alimentos no deberían consumir los niños?
SECM.: Los padres de familia deben tener claro que ni en las casas ni en las loncheras para el colegio, los niños deben consumir alimentos ultra procesados y azucarados como las gaseosas, jugos empacados y grasas. Es importante sustituir la gaseosa por un jugo de fruta natural que aporte fibra, vitaminas y calcio que contribuye al buen crecimiento de los pequeños.
/destacad/ Las encuestas nacionales registran que los niños, y en general la población colombiana, no consumen suficiente cantidad ni calidad de verduras y frutas. Esto ocurre porque no contamos con hábitos saludables desde la primera infancia. findestacado/
E.P.: ¿Cómo se encuentra la nutrición en diversas zonas de Colombia?
SECM: No se tiene ahora mismo una información específica de la ingesta, pero sí sabemos que en temas de desnutrición aguda y crecimiento de los niños, la situación no mejora significativamente, hay tendencia a que esto empeore. En cuanto a la obesidad y sobrepeso la situación es crítica para todos los grupos de edad. Por ejemplo, refiriéndonos a la lactancia materna, el país sabe que ésta práctica se encuentra en una situación compleja y disminuye cada vez más, comparándola con épocas anteriores, siendo el “campanazo” ya que la leche materna es fundamental en la vida de un ser humano y las mamás no están dándoles este alimento a sus hijos, tema que preocupa.