En entrevista con En Plural, el profesor José Julián López Gutiérrez, docente del Departamento de Farmacia y director del Centro de Información de Medicamentos de la U.N. (CIMUN) nos muestra algunas recomendaciones sobre los medicamentos, ya que en ocasiones los empleamos sin analizar el riesgo o beneficio para la salud.
En Plural: ¿Qué es un medicamento?
José Julián López Gutiérrez: El medicamento tiene una triple significación dependiendo del usuario.
Desde lo técnico, los químicos farmacéuticos tenemos como misión el diseño, la fabricación, el control de calidad y evaluación y para ello estamos todo el tiempo estudiando y analizando. Un medicamento es un principio activo que tiene unos excipientes (una sustancia inactiva usada para incorporar el principio activo) que requiere una tecnología para su fabricación. Su función es curar, prevenir y aliviar enfermedades. Esa es la definición tecnológica contemplada por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima)
Para un profesional de la salud, un medicamento es un recurso sanitario, como por ejemplo, una pinza, un bisturí o una jeringa, que funciona para tratar las enfermedades o para curar y aliviar una dolencia.
Por otro lado, los medicamentos representan un símbolo que puede cambiar dependiendo de la enfermedad. Por ejemplo, una mujer que toma anticonceptivos pueda llevar su vida con más seguridad y control.
E.P.: ¿Cuáles son los medicamentos que más se utilizan?
J.J.L.G.: Hemos hecho varios estudios y en realidad vemos que hay mucha demanda de analgésicos, multivitamínicos y algunos para la tos. Hoy en día, con el tema de la publicidad se puede estar aumentando el consumo de inhibidores de la secreción ácida, como el omeprazol, que sirve para la gastritis por ejemplo, de venta libre y que se puede publicitar por la televisión.
E.P.: ¿Cuál es su postura frente a la automedicación?
J.J.L.G.: Definir automedicación es consumir medicamentos sin prescripción del médico. Sin embargo, los medicamentos de venta libre por definición no la requieren y se podría decir que no es grave porque legalmente se puede tomar.
El problema no es la automedicación, sino la desinformación que es sesgada por parte de los laboratorios farmacéuticos, a través de los medios de comunicación. Se invita a tomar esto o aquello para la calvicie, las arrugas y la menopausia, pero hay que ser conscientes que con el tiempo llegan condiciones que son propias de la edad.
Así mismo, la automedicación depende de los tintes y la estructura social que tenga cada país. Hay naciones más exigentes para la compra de medicamentos y necesitan de una prescripción de un profesional de la salud autorizado. En el caso colombiano, no hay tanta restricción para adquirirlos.
E.P.: ¿Qué riesgos tiene la automedicación?
J.J.L.G.: Ningún medicamento es 100% seguro o eficaz. Es decir, a unas personas les puede servir y a otras no.
Auto medicarse puede generar muchas reacciones en el organismo, desde asuntos leves; como una erupción cutánea, por el uso sin control de ampicilina; o graves, como una hemorragia en vías digestivas altas por consumo de aspirina en 100 miligramos. La automedicación puede generar efectos secundarios; como caída del cabello o gastritis; riesgo para la salud y hasta puede llegar a ser fatal.
E.P.: ¿Qué recomendaciones le daría a la comunidad universitaria a la hora de consumir medicamentos?
J.J.L.G.: La principal recomendación es que hay que evaluar el balance riesgo- beneficio. Las personas se deben preguntar qué tan graves son los síntomas de la enfermedad que les aqueja, porque muchas veces no hay necesidad de auto medicarse. Por ejemplo, el acné es una enfermedad social. Uno no se muere de acné, lo que sí afecta es el rechazo social que puede generar. En este caso hay personas que consumen Isotretinoina sin tener presente que el riesgo de daño hepático puede ser muy alto, puede presentar mal formaciones congénitas en mujeres embarazadas, siendo muy alto el riesgo para algo que no es tan grave.
Por ejemplo la gripa es algo común, un resfriado con tratamiento dura 7 días y sin tratamiento dura una semana. Los medicamentos en este caso no van a modificar el tiempo de duración de la gripe, es mejor cuidarse y analizar si se justifica exponerse al riesgo de un medicamento. Se puede optar por remedios naturales (un jugo, una fruta) sin necesidad de meterle fármacos al organismo.
E.P.: ¿Qué diferencias hay entre medicamentos alopáticos y homeopáticos?
J.J.L.G.: La alopatía es el principio de entendimiento de la salud que ha prevalecido desde la época del hombre. Se refiere a la medicina convencional, occidental, ortodoxa, y biomedicina. En este sistema los médicos y profesionales de la salud tratan los síntomas y las enfermedades por medio de los medicamentos, radiación o cirugía. Esta medicina ve al hombre como un ser biológico, mientras que la homeopatía lo ve como un individuo energético.
E.P.: ¿Qué diferencias hay entre medicamentos genéricos y comerciales?
J.J.L.G.: No existe ninguna diferencia entre uno y otro. El solo un apellido que le dio la industria farmacéutica para evitar competencia y cobrar por una marca. En las facultades de Farmacia lo que se enseña es el principio activo de los medicamentos sin nombres comerciales. El medicamento debe cumplir sin excepción con unos requisitos de calidad que son establecidos por la farmacopea.