, Abril 28 de 2015.
Con el propósito de comprobar con cifras el impacto positivo que tienen las prácticas artísticas en la calidad de vida de los estudiantes, surgió desde el Área de Cultura, la necesidad de plantear un sistema de medición que permita evaluar de manera estructurada, el impacto de las experiencias vividas por los jóvenes de la comunidad universitaria que integran los grupos artísticos institucionales.
“En años anteriores y con las encuestas realizadas al finalizar los periodos de formación de los Grupos Artísticos Institucionales, se evidenciaba que estos espacios transformaban positivamente la vida de los integrantes, a través de nueve atributos autoevaluados: disciplina, creatividad, trabajo en equipo, compromiso, sentido de pertenencia con la U.N., comunicación asertiva, iniciativa, mejoramiento del nivel de conocimiento en el campo artístico y cuyos resultados fueron el punto de partida para plantear la investigación”. Explica Gloria Alicia Rodríguez Cruz, Jefe del Área de Cultura.
La importancia del proyecto radica en la necesidad de demostrar con métodos científicos investigativos el alto impacto de la proyección artística y cultural en los beneficiarios de los grupos, aportando de manera positiva en el desarrollo integral y la sana convivencia.
“Partimos de la premisa que la persona que se desempeña en el arte tiene otras formas de acceder tanto al conocimiento, como al procesamiento mental y a la forma en que interactúa con los demás” indicó Luz Patricia Díaz investigadora del grupo.
Así lo corrobora Ana María Herrera, integrante del grupo artístico institucional de Danza Árabe y estudiante de Psicología : “Practicar danza árabe me brinda un espacio alterno a la academia, donde no solo he podido mejorar la técnica, mantener mi estado físico y ser más disciplinada, sino que me ha permitido desarrollarme como persona, impulsar mis capacidades y mejorar mis relaciones al hacer parte de un equipo que funciona como un todo armónico; además he logrado fortalecer la confianza en mí misma, relajarme y disfrutar de mi tiempo libre, aprendiendo algo que me gusta y que he puesto en práctica en mi vida laboral”.
Con el apoyo de la psicometría, rama de la psicología que permite medir el comportamiento de manera rigurosa y metódica, y a partir del modelo teórico de calidad de vida adaptado acorde al perfil de los jóvenes de la UN, el cual incluye las dimensiones física, emocional, material, social y desarrollo personal, se busca confirmar la hipótesis planteada inicialmente.
“Para lograr el objetivo investigativo, se han desarrollado varias estrategias guiadas por un plan de trabajo estructurado, contando con el aporte de un equipo interdisciplinario y de invitados especiales según la etapa de desarrollo del proyecto”. afirma Mónica Urrego, Coordinadora de la investigación.
En el segundo semestre de 2014, se seleccionó el método de investigación, y se construyó el instrumento de medición en su primera versión, el cual fue validado por 16 jueces expertos en las diferentes dimensiones de calidad de vida.
El instrumento se aplicó a 75 integrantes de los Grupos Artísticos Institucionales, y en una segunda etapa, se está aplica a 75 estudiantes de la comunidad universitaria que no pertenecen a los grupos artísticos institucionales, pero que están en condiciones similares, con el fin de realizar el análisis comparativo entre los resultados de los dos grupos muestrales para determinar el impacto.
El proyecto busca tener como resultados cuatro productos tangibles: el primero, un Sistema de Medición, compuesto por el instrumento de Medición de calidad de vida definitivo, como estrategia cuantitativa y una serie de herramientas cualitativas que puedan apoyar al Área de Cultura en el objetivo de complementar la medición del impacto de las prácticas artísticas en la calidad de vida de los jóvenes Universitarios.
El segundo será una memoria escrita del proceso y los resultados y una memoria audiovisual que permitirá ilustrar a través de testimonios el impacto positivo de las prácticas culturales.
De igual manera, la investigación incluye un Plan de Capacitación desde el cual, durante el 2014 se llevaron a cabo siete estrategias para sensibilizar y profundizar en estas temáticas con 352 asistentes en los encuentros: Reflexiones sobre el impacto de la danza en la calidad de vida del ser humano, Danza y Cerebro “somos una puesta en escena”, Biodanza, “Mujer, cuerpo y danza”, Somos una puesta en escena “Danza máxima expresión del pensamiento humano” y talleres de medición y evaluación con el grupo investigador.