Universidad de la Sabana, Julio 04 de 2012.
Durante tres días 240 asistentes entre estudiantes, docentes y representantes de Bienestar de 70 instituciones de educación superior del país se reunieron en Bogotá para debatir alrededor del tema: “Participación estudiantil, vida universitaria y bienestar en la universidad contemporánea”. Conferecias, paneles y mesas de trabajo se centraron en estas líneas de discusión que tuvieron como escenario las universidades de La Sabana, Libre y la Escuela de Ingeniería Julio Garavito.
Como fundamento del debate, el secretario general de Ascun Hernando Forero dio la bienvenida con la premisa que guiaría la jornada: “al hablar de universidad contemporánea debemos tener claro el panorama de los jóvenes en América Latina, por más de que existan estándares internacionales no podemos ser ajenos a la multiculturalidad y homogenizar la educación”, explicó.
La universidad, según lo afirma Luis Enrique Orozco filósofo, docente y experto en temas de educación, no es más que el reflejo de la sociedad, “allí confluyen personas de diferentes estratos sociales, regiones del país, con necesidades e intereses distintos”.
De acuerdo con las conclusiones del Pleno, es mucho lo que falta por hacer en términos de bienestar ya que a pesar de múltiples esfuerzos nunca será suficiente. Sin embargo, el Sistema de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional va por buen camino.
Alcances del Bienestar
Para los asistentes un sistema de bienestar no sólo debe estar orientado a estudiantes sino también a docentes, funcionarios, egresados y pensionados. Además es claro que no existe un modelo único, cada universidad es diferente y esto se evidenció en las jornadas de discusión.
No obstante, el Sistema de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional apunta a varios puntos clave. En su intervención el profesor Orozco precisa la importancia de la incorporación de las Tic’s, punto en el que la UN ha avanzado gracias a su inserción en el mundo de la web 2.0 con presencia en internet, redes sociales y el Sistema de Información de Bienestar Universitario (Sibu).
Según el director nacional de Bienestar de la UN Juan Camilo Restrepo el rol de Bienestar universitario se define: “como un eje articulador y transversal de los aspectos misionales de la Universidad, bajo tres objetivos: apoyo a la formación integral como profesionales, seres humanos y ciudadanos, mejoramiento de la calidad de vida y disminución de la deserción estudiantil”, expuso el profesor en su intervención el día de cierre del Pleno.
Para el sociólogo y académico Fabián Sanabria es indispensable conocer los intereses de los jóvenes para llegarles efectivamente, además señala con preocupación: “no sé qué está pasando con los jóvenes, parece que para ellos la noción de futuro no existe, no creen en proyectos”.
Al respecto, desde áreas como Acompañamiento, Cultura y Deporte se apoyan y orientan iniciativas de estudiantes que fortalecen sus competencias sociales, humanas, deportivas y artísticas, complementarias a las académicas.
Durante el evento la voz de los estudiantes fue clave, una de las invitadas fue la representante de la Mane Paola Galindo quien expresó que “el bienestar debe satisfacer las necesidades vitales de toda la comunidad universitaria”, posición que se une con la reglamentación para bienestar universitario establecida en 2003, según la cual el bienestar trabaja desde siete dimensiones: biológica, psicoafectiva, social, política, cultural, intelectual y axiológica.
A través de las acciones de Bienestar de la UN se intenta dar respuesta a estas dimensiones gracias al trabajo de sus cinco áreas, tres unidades especiales y dos programas que desde diferentes perspectivas propenden por el bien ser y el bien estar en el campus.
Como parte de las intervenciones, el profesor Jorge Gantiva representante de la Asociación Sindical de Profesores Aspu destaca que es primordial que el bienestar y sus acciones se articulen con la academia. “Hay que salir del imaginario de que el bienestar sólo es cultura y recreación, también es su deber la investigación y los aportes a la sociedad desde la reflexión académica”, precisó.
Al final se resaltó el inminente cambio de bienestar como una dependencia asistencialista que sólo ofrece servicios, a un sistema basado en la corresponsabilidad donde se fortalezca la cultura universitaria, que trabaja por la búsqueda de la verdad y el desarrollo social.
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