EP: ¿Por qué las parejas cada vez duran menos?

HS: Aquí hablamos de dos fenómenos muy relacionados entre sí, la durabilidad en relación con la satisfacción. Cuando una persona termina con otra es porque ya no se siente satisfecha con esa unión y son múltiples las razones.

Sin embargo una relación debe ir más allá, esto implica que cada una de las partes se prepare en dimensiones como tolerancia, aprovechamiento de las experiencias positivas y negativas de la vida y disposición al cambio. Cuando se trabaja en ello, es más sencillo adaptarse a los valores, tabúes, principios y formación de la otra persona. Otro punto clave que influye en la poca durabilidad de las relaciones hoy en día es la falta de desarrollo personal de cada miembro de la pareja, si no se tiene claro el proyecto de vida individual es muy difícil concebir un proyecto común, de pareja.

EP: ¿Qué es lo más difícil de manejar en una relación de pareja?

HS: En todas las dimensiones y etapas de la relación de pareja hay unos problemas específicos, teniendo en cuenta que quienes conforman la pareja tienen un mundo propio, con un pasado, unas costumbres y unos preconceptos sobre lo que es una relación de pareja, y estos suelen chocar con los del cónyuge, generando desencuentros en la relación que desencadenan los conflictos. No obstante, el eje transversal de estos desencuentros más que las diferencias entre uno y otro, es la comunicación.

Parece increíble, pero continuamente veo en mi consultorio a grandes profesionales que en su trabajo son brillantes, tienen claridad sobre cómo desarrollar un proyecto laboral, que se expresan ante sus jefes, subalternos y públicos variados con total dominio, pero frente a la relación de pareja tienen una fuerte incapacidad de llegar a acuerdos y de construir en conjunto. Y cuando se inicia el análisis del caso, se evidencia que el trasfondo de los conflictos es una mala comunicación entre los pares.

EP: Existe un imaginario relacionado con que en la actualidad las personas son más abiertas al diálogo y hay más formas para comunicarnos, ¿por qué entonces la comunicación es el centro de los conflictos en pareja?

HS: Los problemas de comunicación no son algo nuevo, y si bien es cierto que en la actualidad estamos más dispuestos al diálogo y que las mujeres de hoy, a diferencia de nuestras madres o abuelas,  pueden expresar con mayor libertad sus opiniones en torno a la pareja, el uso del lenguaje y las formas de expresarlo no son las más adecuadas. La preocupación no es si se dice o no se dice, sino cómo se dice. Tratamos de dialogar, pero pocas veces escuchamos realmente al otro, lo que hacemos es echarle la culpa, decirle lo que nos parece que está mal en él o ella, en vez de hacer un trabajo de conciencia para determinar qué está mal en mí, en qué estoy fallando y si de pronto mis actitudes hacen que mi compañero (a) actué de esa forma, el paso siguiente es invitar al otro a que haga lo mismo.

Es necesario tomar conciencia de la importancia que tiene el desarrollo de capacidades comunicativas, se trata de un proceso de construcción constante, que nos permite descubrir nuestras capacidades y debilidades, y también transmitirlas a la pareja, sin tener que esperar a que esta las intuya o adivine. Se trata de concebir una comunicación permanente, que sea una transacción constante de conocimientos, necesidades y oportunidades.

EP: ¿Cuáles son los síntomas que indican que la comunicación en la pareja está fallando?

HS: Hay varios, entre ellos cuando uno de los dos suele callar siempre. Cuando se calla ante un cuestionamiento o no se discute en buenos términos una decisión que afecta a los dos, se pasa a ser un miembro pasivo de la relación. Inicialmente quien calla lo hace para evitar discusiones, porque se quiere complacer al otro, no obstante esto alimenta a largo plazo resentimientos que puede desencadenar un conflicto mayor.

Las relaciones de poder son otro síntoma, ya no es que uno quiera callar, sino que uno de los dos impone directamente su postura, su concepción del mundo y las cosas, al hacerlo aniquila completamente al otro. En estos casos el dominante suele aparentar que escucha al dominado, pero en su cabeza ya sabe cuál será la decisión.

EP: ¿Qué se puede hacer para fortalecer la comunicación en la pareja y evitar este tipo de situaciones?

HS: Lo más importante es que ninguno de los miembros de la pareja le imponga al otro que reconozca que tiene un problema, primero yo debo hacerlo siendo consciente que aunque no sea el causante directo, lo favorezco o quizá lo induzco. Lo fundamental para llevar a cabo este proceso de conciencia para la identificación y construcción de mi propio proyecto de vida es evidenciar que tengo fragilidades, defectos, habilidades, y potencialidades, y de igual forma visibilizarlos en el otro.

Cuando se hace terapia de pareja lo primero que debe hacerse es que los consultantes primero examinen quién es cada uno y cómo actúan frente a la relación de pareja, qué deben y qué no deben hacer, para que cada uno pueda motivar a su pareja, para construir un reconocimiento mutuo que promueva el crecimiento del proyecto común.