EP: ¿Qué significa ser mujer en el mundo de hoy?

NI: Es algo muy complejo porque históricamente nos concedieron un papel y después de alguna manera nos lo negaron. Evidentemente a nosotras nos han atribuido el tema del cuidado, de sostener los espacios, de la educación básica, que para mí es la más importante, pero en algún momento nos incluyeron más responsabilidades y terminamos con una doble carga. Con este panorama ser mujer hoy significa seguir empoderándonos de las problemáticas de la sociedad, es tratar de cambiar ese rol que nos adjudicaron y no ser necesariamente madres o trabajadoras. Tener la posibilidad de elegir y empoderarnos de la manera en que queremos y en el lugar que nos plazca.

EP: Desde su perspectiva. ¿La sociedad es aún inequitativa con las mujeres?

NI: A la sociedad le falta mucho para llegar a ser equitativa, y este fenómeno es en parte producto de varias situaciones; la forma como nos educan, el contexto cultural, los medios de comunicación, y otros tantos factores.

Sin embargo hemos avanzado bastante, en términos de políticas públicas nacionales y distritales, sin desconocer que estas surgen gracias a los movimientos de mujeres, a los espacios que ellas mismas se han abierto. Lo que se quiere lograr es el empoderamiento y la construcción de espacios equitativos, de igualdad y de oportunidad de tratamiento de las personas, es simplemente extender un poco el espectro y lograr estar en condiciones de igualdad de oportunidades, no necesariamente accediendo a las mismas cosas sino accediendo a las cosas que queramos.

EP ¿Cómo lograr ampliar ese espectro?

NI: No hay que negar que la sociedad sigue siendo patriarcal y discriminadora con las mujeres, las sigue responsabilizando y las sigue juzgando. No se piensa qué pasa con la sociedad. Al centrar la problemática en una víctima y un victimario; se le quita la responsabilidad al Estado y se termina por tolerar comportamientos como ese, no nos preguntamos por el trasfondo y por qué suceden este tipo de situaciones.

EP: ¿Las mujeres hoy son más conscientes de sus derechos y de defenderlos?

NI: No. Esa condición de no dimensionar el mundo se debe al tema de lo educativo, la mayoría de las mujeres hoy en día no saben, no son conscientes o no tienen conocimiento de los derechos que tienen. En primer lugar porque no acceden a una educación equitativa, que les impide elegir qué hacer y las condiciona a continuar los patrones de sus madres y abuelas. Los medios de comunicación, las lógicas de los espacios participativos que existen en la ciudad y ciertos centros educativos, permiten que esa desigualdad se perpetúe. Entonces si una mujer a los 25 años no se le conoce novio, o habla de no tener hijos, es cuestionada respecto a su futuro. Es más fácil de aceptar ahora, pero nos falta mucho.

EP: Usted afirma que el rol de la mujer está permeado por un sistema educativo y unas tradiciones culturales que perpetuán el patriarcalismo. En su opinión, ¿Esta ‘cultura’ de alguna manera hace que se valide el machismo?

NI: Sí, aunque considero que más que costumbre, es un miedo. Tenemos siglos de diferencia, traemos un legado cultural de nuestros abuelos, bisabuelos, de nuestras madres que son las generaciones que asumen ese tema de las millones de cargas. Esas cargas son una manera de demostrar que somos unas guerreras históricamente, pero también de no entender la dimensionalidad de cada una de las labores que realiza la mujer en la sociedad. Últimamente se ha elaborado una ley de la economía del cuidado, sin embargo es una cosa de largo aliento. Las mujeres de ahora están en esa tarea de decidir qué quieren hacer con su vida. Con el paso de las generaciones y de las oportunidades de acceder a una educación, la mujer será cada vez más consciente de que puede elegir y contar con unas condiciones distintas a las que vivieron sus abuelas o madres.

EP: ¿Será posible llegar a una sociedad de igualdad de condiciones?

NI: Cuando hablamos de igualdad de condiciones no sólo tenemos que hablar de las de género y de las que se relacionan con el sexo. Es importante hablar de las de raza, por ejemplo, o de las económicas. Lo veo un poco difícil porque habría que replantear absolutamente la forma en que está construido y concebido el Estado y el sistema económico, de lo contrario seguirán habiendo inequidades.

Ahora bien. ¿Igualdad de condiciones o igualdad de oportunidades? Es decir, tener acceso a las mismas condiciones significa que todos tengamos exactamente lo mismo. La igualdad de oportunidades hace relación a que todos tengamos la posibilidad de elegir.